sábado, 26 de mayo de 2012

Here, there and everywhere: ¡Curar la soledad primera!


El joven veía caer la tarde. En el fondo del salón, una suave canción de los Beatles, claramente romántica, acariciaba sus oídos: Here, there and everywhere.

Aquí, allá, y en todas partes, el verdadero amor reclama presencia y comunión, pensó.

De pronto emergió la pregunta: - Peerooo, ¡Señor!, ¿cómo reconoceré el amor, el Amor con "A" mayúscula, cuando se presente ante mí?

Y comenzó a soñar.

Será alguien que me haga mejor, y llene de sentido los días de mi vida, se dijo, alguien a quién querer, y que me quiera, que comparta conmigo la lucha del tiempo sobre el oleaje del mar.

¡Y qué nos curemos mutuamente de la soledad primera, la que arrastramos desde lo viejos días del Génesis!

"Dijo luego Yahvéh Dios: "No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada" (Gn 2, 18)

Sí, ¡lo necesito!, concluyó. Aquí, allá, en cualquier lugar, alguien lo necesita también. Seré, decidió por fin, la ayuda adecuada para esa persona.

El moribundo sol se colaba por el pasillo con cara de mandarina.

PD: ¿Te interesa el tema del amor? No te pierdas nuestra entrada del Día de San Valentín: El enamoramiento y su cautelas.

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