Una Anécdota
Hace ya unos diez años conocí al autor del libro que hoy les presento: Gustavo Gutiérrez, el llamado padre de la teología latinoamericana. Fue en una conferencia que impartió en la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia, a la que asistió un numeroso público, no sólo de la facultad de teología, sino también profesores y estudiantes de otras facultades. Recuerdo la impresión que me causó la llaneza y la sencillez del conocido teólogo peruano y, sobre todo, su respuesta cuando un asistente le preguntó sobre cómo nacían los libros que escribía, a lo que respondió: “Todos mis libros han sido escritos delante del Santísimo”.
Luego prosiguió explicando que para escribir teología hay que experimentar el misterio del Dios vivo, hay que hermanar la contemplación con la reflexión. Y es que un compromiso tan exigente como la opción preferencial por los pobres, no se puede fundamentar en buenas intenciones, o en la simple generosidad del corazón humano, o en un erudito sistema filosófico, sino en la experiencia del seguimiento de Jesús, en una relación de discipulado con Él, capaz de liberarnos y de convertirnos en testigos y profetas del Evangelio.
Un comentario al libro de Job desde las víctimas de la historia
En sintonía con lo anterior, el libro “Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente”, quiere ser una “re-lectura” del libro de Job, desde las víctimas de la injusticia, intentando descubrir la presencia del Dios sufriente en los rostros de los crucificados de la historia. Realidad que sólo desde la experiencia de la cruz y de la resurrección cobra un significado abierto a la esperanza, y nos mueve a un “mirar” nuevo, desde el corazón compasivo de Dios padre, y nos empuja por su Espíritu Santo a la solidaridad verdadera, a la lucha por la justicia, en definitiva, a vivir el mandamiento nuevo del amor. Es un “conocer” a Dios desde el sufrimiento lo que nos desvela su entrañable misterio, “Yo te conocía sólo de oídas, mas ahora te han visto mis ojos” (Job 42, 5)
Un nuevo contexto: España y las víctimas de la crisis económica
Este libro ha sido escrito desde las entrañas de nuestra querida América Latina. Pero, qué duda cabe, sus profundas intuiciones admiten nuevas lecturas, desde otros contextos, cómo el de esta España del 2010. Rostros de parados de larga duración, de familias sometidas a la precariedad económica, de ancianos olvidados, de inmigrantes sin papeles, de jóvenes desarraigados en medio de una sociedad hedonista y falsamente opulenta. Aceptemos el desafío, y leamos desde el “aquí” y el “ahora” de nuestra realidad española y canaria.
Hace ya unos diez años conocí al autor del libro que hoy les presento: Gustavo Gutiérrez, el llamado padre de la teología latinoamericana. Fue en una conferencia que impartió en la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia, a la que asistió un numeroso público, no sólo de la facultad de teología, sino también profesores y estudiantes de otras facultades. Recuerdo la impresión que me causó la llaneza y la sencillez del conocido teólogo peruano y, sobre todo, su respuesta cuando un asistente le preguntó sobre cómo nacían los libros que escribía, a lo que respondió: “Todos mis libros han sido escritos delante del Santísimo”.
Luego prosiguió explicando que para escribir teología hay que experimentar el misterio del Dios vivo, hay que hermanar la contemplación con la reflexión. Y es que un compromiso tan exigente como la opción preferencial por los pobres, no se puede fundamentar en buenas intenciones, o en la simple generosidad del corazón humano, o en un erudito sistema filosófico, sino en la experiencia del seguimiento de Jesús, en una relación de discipulado con Él, capaz de liberarnos y de convertirnos en testigos y profetas del Evangelio.
Un comentario al libro de Job desde las víctimas de la historia
En sintonía con lo anterior, el libro “Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente”, quiere ser una “re-lectura” del libro de Job, desde las víctimas de la injusticia, intentando descubrir la presencia del Dios sufriente en los rostros de los crucificados de la historia. Realidad que sólo desde la experiencia de la cruz y de la resurrección cobra un significado abierto a la esperanza, y nos mueve a un “mirar” nuevo, desde el corazón compasivo de Dios padre, y nos empuja por su Espíritu Santo a la solidaridad verdadera, a la lucha por la justicia, en definitiva, a vivir el mandamiento nuevo del amor. Es un “conocer” a Dios desde el sufrimiento lo que nos desvela su entrañable misterio, “Yo te conocía sólo de oídas, mas ahora te han visto mis ojos” (Job 42, 5)
Un nuevo contexto: España y las víctimas de la crisis económica
Este libro ha sido escrito desde las entrañas de nuestra querida América Latina. Pero, qué duda cabe, sus profundas intuiciones admiten nuevas lecturas, desde otros contextos, cómo el de esta España del 2010. Rostros de parados de larga duración, de familias sometidas a la precariedad económica, de ancianos olvidados, de inmigrantes sin papeles, de jóvenes desarraigados en medio de una sociedad hedonista y falsamente opulenta. Aceptemos el desafío, y leamos desde el “aquí” y el “ahora” de nuestra realidad española y canaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario