Sí, está canción lleva razón,...el modo de actuar de Dios por lo general nos desconcierta. Sucedió con el antiguo Israel, que esperaba un Mesías político, al estilo del Rey David, y se les envía a Jesús en la humildad del Siervo de Yahvé, el Hijo del Hombre, el más humilde entre los humildes de la tierra,...
Sucede también con nosotros, llamados a reconocer a Dios en la precariedad de un niño pobre, la soledad de un establo, una joven pareja sin recursos,...
La humildad de Dios, en el rostro del niño Jesús, en el rostro de todos los niños y las niñas del mundo,...es un reclamo a nuestra humanidad,...
Sí, imitemos a Dios, y volvamos a humanizar nuestro corazón, que seamos plenamente y absolutamente humanos de verdad.
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