Una canción y una propuesta de viaje por la vida, bajo el símil de la bicicleta, ese ir al mundo de la gente, sabiendo que en cualquier lado salta la chispa,...un gesto, una sonrisa, un saludo fraterno,...y ya nos encontramos de nuevo respirando entre los vivos.
Si, Bob Sinclair, estoy de acuerdo contigo, hermano mío, hemos de conquistar la Love Generation,...
Y mis pies bailan con el ritmito de la canción, y me veo también yo entrando y saliendo por tantos escenarios, dando y recibiendo el amor que necesito, intentando sintonizar con los corazones de los que salen a mi encuentro, buscando vivir en clave de amistad y fraternidad, el verdadero sabor de la aventura de vivir.
Sí, así como suena, la aventura, explorar nuevos paisajes, reiventarse cada mañana, dejarse sorprender por la originalidad de los días y las noches.
He descubierto que la vida es permanente novedad.
Me gusta también el talante esperanzador y optimista del vídeo. Es verdad que el camino está salpicado de decepciones,... pero gira el rumbo, compadre, y verás que de nuevo aparece una puerta, una ventana, un sendero, y ¡ a pedalear!
Excelente canción para trabajar en clase de Religión, reflexionando con los chicos y chicas sobre ciertos valores como el crecimiento personal, el sentido de la vida y del camino, y, por supuesto, el amor,...
Claro, el amor, el distintivo peculiar de este vivir la vida en cristiano.
Y, entretanto, amigo, amiga, coge tu bici y sigue por la senda,...¡Ban, ban, baran, baran, ban,...!
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