El próximo 31 de enero celebraremos el día de San Juan Bosco, fundador de la obra salesiana, toda ella dedicada a la promoción social y educativa de los jóvenes, especialmente de los más pobres.
Para mi, profesor de Religión, el testimonio de Don Bosco es, sencillamente, inspirador.
Frente al crecimiento de la pobreza en las ciudades industriales del siglo XIX, sumado a las pésimas condiciones de vida de las clases trabajadoras, al desamparo de tantos y tantos jóvenes de los sectores populares, un sencillo sacerdote italiano, movido por el Evangelio, con apenas recursos, logra fundar una obra educativa y social que contribuye efectivamente a la promoción humana, y cristiana, de la juventud.
Además de su acendrado amor a la Virgen, invocada como María Auxiliadora, al misterio de Jesús en el sacramento de la Eucaristía, y a la Iglesia, de Don Bosco quisiera destacar algunas premisas de su ideario pedagógico, sintetizado en el conocido sistema preventivo salesiano, una alternativa frente a los rigores del llamado sistema represivo, que prevalecía en su época en los centros educativos.
Don Bosco intuyó que para ganarse el corazón de los jóvenes
era necesario acercarse a ellos, interesarse por sus cosas, amar lo que
ellos aman, para ello se esforzó en convertir sus colegios, casas las
llamaba él, en una familia, donde se fomentaran relaciones de familiaridad
y confianza, donde hay también una autoridad que actúa desde la razón y
el diálogo.
Don
Bosco siempre creyó más en el premio que en el castigo; así escribió: es
premio o castigo todo lo que se hacer pasar por tal: la alabanza
cuando se obra bien, y la corrección en los descuidos, constituyen de por
sí el premio o el castigo
El
sistema se basa también en la formación de "buenos cristianos" y de
"honrados Ciudadanos". Se trata de formar a la persona en su
integralidad, inculcando en ella valores como
la solidaridad, y la cooperación con los demás. La educación salesiana se
caracteriza por una fusión entre el desarrollo humano, y el
anuncio del Evangelio.
Otros rasgos de la pedagogía salesiana son la alegría, el optimismo, el sentido de la amistad, y la amabilidad: Que los
jóvenes no sólo sean amados, sino que se den cuenta de que se les
ama. El amor significa comprensión, respeto a la autonomía del
alumno, capacidad para interpretar las necesidades de los jóvenes.
A nosotros, educadores del siglo XXI, que tenemos que afrontar con frecuencia problemas de convivencia y de desmotivación en nuestras aulas, estas ideas, sencillas y pragmáticas, quizás nos parezcan un poco utópicas, sin embargo detrás de ellas se esconde todo un concepto de lo que significa formar y educar a la persona.
Me parece, como he dicho en otras ocasiones, que en estos últimos tiempos, nos hemos centrado demasiado en los aspectos técnicos y metodológicos del quehacer educativo, y hemos descuidado las grandes preguntas sobre lo que significa educar: desde dónde educamos, para qué sociedad, qué modelo de persona y de cristiano queremos formar, etc.
El Espíritu Santo ha suscitado en la Iglesia a lo largo del tiempo, hermanos y hermanas que han vivido y testimoniado el carisma de la educación, de esta inmensa fuente de vida y de doctrina hemos de beber también nosotros y nosotras, profesores y profesoras cristianos, en este tiempo y en este lugar que nos ha tocado vivir.
Concluyo con una frase de Don Bosco que de vez en cuando me sacude el corazón: Me basta que sean jóvenes para quererles.
Para los que quieran conocer algo más de la vida y el pensamiento de San Juan Bosco, aquí les dejó estos enlaces que he encontrado por la Red:
LOS SUEÑOS DE DON BOSCO: DESCARGAR
1.000 MÁXIMAS DE DON BOSCO: DESCARGAR
EL MÉTODO PREVENTIVO SALESIANO: DESCARGAR
No practico ninguna religión, pero me resulta super inspiradora la historia de este señor, y también la de San Francisco de Asís. Creo que son mis modelos a seguir.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marcelo. Tu blog es genial. Me ayuda mucho en mis clases.
ResponderEliminar¡Qué bueno Helen! Muchas gracias por compartirlo, esa era la idea que el Blog sirviese de bendición para otros,... Un abrazo grandote
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