He encontrado en la Red una presentación audiovisual muy interesante: un alumno ideal se dirige a su profe y le expresa, a través de una serie de consejos muy sabios y llenos de sentido, lo que espera, o debería esperar, de él como docente.
Como me parece muy valioso su contenido, a continuación les transcribo la Carta de un alumno a su profesor. La fuente que he consultado no informa sobre el autor de la misma. Si alguien lo conoce, le ruego nos lo comunique.
CARTA DE UN ALUMNO A SU PROFESOR
· Enséñame cómo aprender y no qué aprender, enséñame
a pensar y no tan solo qué debo pensar. Así desarrollaré mi inteligencia, y no
simplemente mi memoria.
· Señálame mis cualidades y reconoce mis
habilidades. Esto me hace sentir valioso, y me estimula a esforzarme y trabajar
mejor.
·
No me insultes con palabras ni con gestos
despectivos. Me siento menospreciado y sin ánimo para corregir mis fallas o
debilidades.
·
Ten en cuenta mi esfuerzo y mi progreso, no solo mis
resultados. A veces con poco esfuerzo logro mucho, pero es más meritorio cuando
pongo todo mi empeño así logre poco.
·
No me examines tratando de suspenderme, ni te ufanes
de haberlo logrado. Mis notas deben reflejar mi desempeño, y no lo harán si las
utilizas para desquitarte.
·
Anota lo que hago bien y no solo lo que está mal.
Cuando subrayas mis éxitos, y no mis fracasos, me siento motivado a seguir
mejorando.
·
Cuando me corrijas o me recrimines hazlo sin herirme
ni humillarme. Si me atacas como persona deterioras mi autoestima y no mejoras
mi disciplina.
·
Confía en mí y demuéstrame que lo haces. Cuando me
repites la misma cosa una y otra vez, me doy cuenta de tu desconfianza, y esto
me puede precipitar a fracasar.
·
Trátame con cariño y con la misma habilidad y
cortesía que a cualquier amigo. Esto me hará admirarte y a la vez me llevará a
respetarte.
·
No me amenaces, y si lo haces, cúmplelo. Si no
cumples lo prometido aprenderé que haga lo que haga siempre puedo salir
eximido.
·
No me ruegues ni me implores que me porte bien. Te
obedeceré cuando me lo exijas con firmeza y sin hostilidad.
·
Procura hacer clases amenas e interesantes en las
que yo pueda participar. Me aburro cuando todo es rutina, sólo tú hablas y yo
nada puedo aportar.
·
Cuando te haga preguntas no me contestes “eso ya lo
expliqué”. A veces tus explicaciones no son claras o suficientes para mí, y si
te pregunto es porque quiero entender y aprender.
·
No demuestres preferencias. Cuando alabas a algunos
e ignoras a otros, deterioras nuestras relaciones como compañeros y pasamos a
ser enemigos.
·
Cuando me criticas para corregirme, me defiendo y no
acepto mis defectos. Solo si admito mis fallas procuraré corregirlas. Ten en
cuenta que aprendo más de quien aprecio que de quien me desprecia.
·
No aceptes mis excusas ni mis ruegos para que me
perdones el incumplimiento de mis tareas. Si asumo las consecuencias de mis
fallas, aprendo a responsabilizarme por mis deberes.
·
Escucha lo que te digo con atención e interés. Si me
ignoras o me callas cuando trato de expresarme, entiendo que mis ideas son
tontas y concluyo que mi inteligencia es poca.
·
No me compares con mis compañeros ni con mis
hermanos de años anteriores. Recuerda que no soy igual a nadie, y que aunque no
tengo las mismas cualidades, también tengo grandes virtudes.
·
Trata de conocerme y de apreciarme como persona.
Sabiendo mis habilidades particulares podrás ofrecerme oportunidades para
triunfar. Además, al sentirme capaz e importante para ti, crecerá el concepto
que forme sobre mí como persona.
·
No me tengas miedo ni temas ser firme conmigo. Es
importante hacer respetar tu derecho a enseñar y el de mis compañeros a
aprender.
·
Ayúdame a desarrollar mis cualidades y no
simplemente mis capacidades. Ten en cuenta que antes que un buen estudiante,
debo ser un buen ser humano.
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