Bernardo de Claraval (1090-1153), en su conocida obra Sermones sobre el Cantar de los Cantares, nos ha legado una de las páginas más bellas de la teología espiritual cristiana sobre el santísimo nombre de Jesús: "Jesús es miel en la boca, melodía en el oído, júbilo en el corazón. Pero es también medicina" (Serm. 15, 6).
Precisamente, el himno medieval Jesus, dulcis memoria del presente vídeo se inspira en la experiencia del sabio cisterciense, la cual hunde sus raíces en la Palabra de Dios: la veneración al santo nombre de Jesús, salvación y gracia para todo corazón que lo invoque con fe y amor.
Las imágenes del vídeo se corresponden en su mayoría a la representación pictórica de Jesucristo en la Edad Media, y en la tradición de las iglesias orientales.
Una larga tradición eclesial, nacida ya en las primeras comunidades del Nuevo Testamento, atestigua que el nombre de Jesús es vivido por los creyentes como luz para el caminante; alimento que nutre y que da vida; consuelo para los cargados y agobiados.
El nombre de Jesús es alegría para el triste, esperanza para el que sufre, victoria en el combate, fuerza para el cansado, bálsamo que cura la heridas, y protege cual escudo ante los ataques del mal.
Por el nombre de Jesús se anuncia la Buena Noticia, por él se recibe la misericordia, el perdón de los pecados, y se nace a la vida nueva.
En el nombre de Jesús se reúne la asamblea de los hermanos y hermanas para dar culto a Dios en espíritu y verdad.
En el nombre de Jesús elevamos nuestras oraciones al Padre, confiados en la promesa de que cuánto pidamos nos será dado.
El nombre de Jesús es la llave misma que abre el cofre de los tesoros del Padre.
Por él recibimos el don de los dones: el Espíritu Santo.
Por él practicamos el mandamiento nuevo del amor, y se inflama el fuego de la caridad fraterna
Por él han dado su sangre los mártires.
A continuación la letra del himno Jesus, dulcis memoria en su original en latín, y su traducción en español
Jesus, dulcis memoria
Jesu, dulcis memoria,
dans vera cordis gaudia:
sed super mel et omnia
ejus dulcis praesentia.
Nil canitur suavius,
nil auditur jucundius,
nil cogitatur dulcius,
quam Jesus Dei Filius.
Jesu, spes paenitentibus,
quam pius es petentibus!
quam bonus te quaerentibus!
sed quid invenientibus?
Nec lingua valet dicere,
nec littera exprimere:
expertus potest credere,
quid sit Jesum diligere.
Sis, Jesu, nostrum gaudium,
qui es futurum praemium:
sit nostra in te gloria,
per cuncta semper saecula.
Amen.
Jesús, dulce recuerdo
Oh Jesús de dulcísima memoria,
Que nos das la alegría verdadera:
Más dulce que la miel y toda cosa
Es para nuestras almas tu presencia.
Nada tan suave para ser cantado,
Nada tan grato para ser oído,
Nada tan dulce para ser pensado
Como Jesús, el Hijo del Altísimo.
Tú que eres esperanza del que sufre,
Tú que eres tierno con el que te ruega,
Tú que eres bueno con el que te busca:
¿Qué no serás con el que al fin te encuentra?
No hay lengua que en verdad pueda decirlo
Ni letra que en verdad pueda expresarlo:
Tan sólo quien su amor experimenta
Es capaz de saber lo que es amarlo.
Sé nuestro regocijo de este día,
Tú que serás nuestro futuro premio,
Y haz que sólo se cifre nuestra gloria
En la tuya sin límite y sin tiempo. Amén
Que nos das la alegría verdadera:
Más dulce que la miel y toda cosa
Es para nuestras almas tu presencia.
Nada tan suave para ser cantado,
Nada tan grato para ser oído,
Nada tan dulce para ser pensado
Como Jesús, el Hijo del Altísimo.
Tú que eres esperanza del que sufre,
Tú que eres tierno con el que te ruega,
Tú que eres bueno con el que te busca:
¿Qué no serás con el que al fin te encuentra?
No hay lengua que en verdad pueda decirlo
Ni letra que en verdad pueda expresarlo:
Tan sólo quien su amor experimenta
Es capaz de saber lo que es amarlo.
Sé nuestro regocijo de este día,
Tú que serás nuestro futuro premio,
Y haz que sólo se cifre nuestra gloria
En la tuya sin límite y sin tiempo. Amén
"En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre.
Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado" (Jun. 16, 23-24).
En este texo, la palabra "dans" de la frase "dans vera cordi gaudia"... ¿es latina, o es alguna contaminación francesa de la época de S.Bernardo? Gracias por la explicación.
ResponderEliminarEs latín. La terminación -ans es regular para todos los verbos que en infinitivo terminan en -are (en este caso "dare") La traducción literal de la línea es : dando verdaderos gozos al corazón.
EliminarAnónimo... podrías darnos una mejor traducción. Te lo agradecería mucho.
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