"Dawn" - Robert Gainor
Amanece. Caminemos en la presencia de Dios en este país de la vida que nos toca habitar, pues con él a nuestra derecha nuestro corazón no vacilará.
Él lleva las cargas de cada día.
Digamos como Elías, el profeta del Carmelo: "Vive Yahvé, Dios de Israel, a quien sirvo" (1Re. 17, 1)
Recordemos las palabras que dijo a nuestro padre Abraham: "Yo soy el Sadday, anda en mi presencia y sé perfecto" (Gn. 17, 1)
Pues la mirada del Señor está puesta en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, y dice Juan de la Cruz que el mirar de Dios es amar y hacer mercedes.
Entretanto, el sol sale sobre el horizonte del Atlántico, contento como un héroe, asoma por un extremo del cielo, y nada se libra de su calor.
A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje. Amén.
"Que el amor de Yahvé no se ha acabado,
ni se ha agotado su ternura;
cada mañana se renuevan:
¡grande es tu lealtad!
¡Mi porción es Yahvé, dice mi alma,
por eso en él espero!"
(Lam. 3, 22-24)
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario