Conforme a lo prometido en nuestro post anterior: "La vida de Pi": valoración cristiana I, abordaremos a continuación el segundo aspecto relativo a la religión que aparece planteado en "La vida de Pi": La existencia de Dios.
2. Desde el principio de la película se nos promete una
historia que, nada más y nada menos, “nos
hará creer en Dios”. El tema aparece varias veces durante el desarrollo de
la historia, por lo que nos vamos haciendo expectativas sobre cómo cumplirá Pi
su promesa.
Hacia el final del filme, el joven naufrago, que convalece en
un hospital mexicano, se ve forzado delante de unos agentes de seguros, que no
creen en su peripecia marina con Richard Parker, el tigre de bengala, a hacer
una historia diferente sobre lo vivido. El nuevo relato, cargado de dramatismo
y bastante bizarro, resulta aceptable desde el punto de vista de los que
realizan el informe para la naviera.
A la pregunta del protagonista sobre cuál de las dos
versiones de los hechos preferimos, todos respondemos igual que el
entrevistador: ¡la del tigre! Y Pi concluye, que de la misma manera es Dios, la mejor historia que podemos contar
sobre aquello que nos acontece.
Sinceramente, me pareció un argumento interesante pero
incompleto y, por lo demás, confuso.
Digo que es interesante porque, en efecto, la experiencia
testimoniada en la Biblia es que Dios se ha revelado/salvado a través de los
avatares históricos de un pueblo: Israel y en la biografía de un hombre: Jesús
de Nazaret y de sus seguidores del siglo I que lo reconocieron como el Mesías,
el Hijo de Dios bendito.
En este sentido, toda la tradición judeo-cristiana ha
interpretado la historia en clave teológica, convirtiéndola en historia de
salvación/revelación. El conocimiento de Dios, desde esta perspectiva, más que
un hallazgo intelectual es fruto de una experiencia de amor y salvación,
testimoniada en las Sagradas Escrituras.
Pero tal y como se plantea en “La vida de Pi” este argumento
queda incompleto porque la existencia de Dios pareciera reducirse a esa
historia que elegimos contar sobre lo que nos ocurre. Al fin de cuentas, y así
lo dice Pi en el diálogo, ambos relatos tienen el mismo desenlace, así que es
un problema de elección nuestra, y nada más.
Si Dios sólo fuera una historia que nos fabricamos los
hombres para hacer soportable o dar sentido a la realidad que vivimos, su
existencia no sería más que una invención humana, un ser que nos agenciamos
para dar respuestas a las preguntas de la vida, y que, en definitiva, depende
de nosotros para existir.
Dios, que, como he dicho, se manifiesta en la historia y por
la historia, existe más allá de las interpretaciones que hacemos de lo que acontece.
Por eso decía que el argumento es incompleto y confuso, porque Dios es el que
es, existe en sí mismo, y por sí mismo, se
muestra en la creación, se revela/salva en la historia, se manifiesta en la
conciencia íntima del ser humano, pero ninguno de estos medios, -ni la
creación, ni la historia, ni la conciencia- se confunden con Dios ni son Dios.
En el fondo el argumento de Pi se puede convertir en un contra-argumento sobre la existencia de
Dios. Un no creyente pudiera decirnos, y no le faltaría razón, que la fe
cristiana es la mejor historia que
hemos elegido para interpretar nuestra vida, y que al fin y al cabo, con esta o
con otra historia sin Dios, los resultados serían iguales.
Nos volvemos a encontrar aquí con el problema del
relativismo religioso, presente en toda la película. Es un intento por resolver
la cuestión de Dios, desde una
perspectiva subjetivista y abierta, sin negarlo realmente ni afirmarlo tampoco,
pues todo queda a merced de la interpretación que haga el individuo.
En contraste a esto, una historia que nos haga de verdad creer en Dios dará testimonio de una
presencia que elige y escoge a las personas, que se revela/salva en
circunstancias concretas de sus vidas, que las transforma de raíz, una
experiencia que ilumina sus corazones y les hace descubrir que Dios está vivo y
es real.
Concluyo pensando que si logramos suscitar un debate con los
alumnos sobre estas cuestiones de fondo, habrá merecido la pena ver “La vida de
Pi” en clase de Religión.
@MarceloMartín
@MarceloMartín
Excelente análisis... Creo ver un poco distinto el argumento, más como una decisión personal...la existencia de Dios es un hecho que los hombres de libre albedrío pueden o no ignorar, no escoger si existe o no....
ResponderEliminarClaro cuando uno ve la historia de Pi y su espectacularidad creo queda evidente que ignorar la presencia de Dios es un grave error.... Creo que la fotografía y majestuosidad de la historia juega a favor del argumento de que la vida con Dios es muchísimo más rica más llena de todo... una vida que trasciende de los meros hechos que nos ocurran como hombres....
Al final agradezco una producción de ese tamaño que propicie el debate sobre la grandeza de Dios.
Gracias amigo, en efecto coincido contigo en que la espectacularidad de fotografía, imagen, color, sonido son de una gran belleza y nos ayudan a plantearnos las preguntas definitivas, las que remiten a la revelación de Dios en el corazón y en la vida de las personas.
EliminarY ese es el punto, nuestra respuesta libre a un Dios que se nos muestra, que se desvela al hombre en medio de los acontecimientos de la vida. El guión no termina de cerrar en este sentido y la respuesta de "Dios es la mejor historia" es demasiado vaga, demasiado abierta para hacer justicia a la existencia de Dios más allá de las respuestas y opciones humanas.
Es cierto, ¡vale la pena verla con los alumnos, y que salgan a la luz estos temas, especialmente en un entorno cultural que tienden a adormecer las conciencias, a llenarlas de "ruido" para que no emerjan las grandes cuestiones de la vida.
Un saludo fraterno desde Tenerife,
Marcelo
Buen comentario. Pero no creo que el guión "no termine de cerrar" la cuestión sobre la existencia de Dios. A mi parecer, el director, Ang Lee, ha tratado de transmitir que la interpretación creyente de la vida es eso una interpretación, bonita sí, pero falsa. Desde mi punto de vista, las últimas escenas de la película son demoledoras: el concepto de Dios es tan bonito como irreal. Puedes vivir feliz con fe, pero engañado. Los hombres nos hemos inventado a Dios para huir del horror de la realidad, para enmascarar la crueldad humana, para superar las dificultades, para embellecer la existencia, para... mil cosas. En la película "Dios es la mejor historia". Pero solo eso una "historia=historieta", tan falsa como bella.
ResponderEliminarSin duda que la película puede ayudar a aflorar las cuestiones sobre el sentido de la vida en nuestros alumnos. Pero no sé... Tengo serias dudas de la conveniencia de esta película para la clase de religión. Parece que da lo mismo ser budista que hinduista, musulmán que cristiano. Y para colmo se nos dice sin tapujos que Dios y la religión es opio para soportar la crueldad de la vida.
J. Pablo Fdez. de V.
Gracias, J. Pablo, justo por eso que señalas, y que son las mismas conclusiones que he sacado al analizar someramente el guión, me parece que si se decide usarla como recurso en clase hemos de estar preparados para suscitar la reflexión en los alumnos y no dejar "colar" planteamientos que de plano contradicen la fe. Valoro que puede ser una buena "excusa" para abordar ciertos temas importantes en el aula desde el puntos de vista de asignatura de Religión, por lo menos esa ha sido mi experiencia. Gracias por tu comentario y un saludo
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