La crucifixión |
Entre la
variedad de temas de la obra de Emil Nolde (1867-1956), pintor alemán
expresionista, sobresalen sus cuadros religiosos, muchos de ellos centrados en
escenas del Evangelio, con Jesús de Nazaret como protagonista.
El paraiso perdido |
Contemplándolos
nos damos cuenta que lo religioso está presente en la crisis del hombre
moderno.
El expresionismo
buscó reivindicar el valor de lo subjetivo en el arte, la plasmación de la
visión interior del artista- la expresión-, liberando la mirada del objetivismo
naturalista, o de los límites impuestos por la simple impresión sensorial.
Esta búsqueda no
estuvo exenta de una actitud crítica frente a la frivolidad y el
materialismo de la sociedad europea de principios del siglo XX, lo que se
tradujo en algunos de sus representantes en una abierta inquietud espiritual, y
en el deseo de volver a las raíces de la experiencia religiosa, y cristiana,
como una posibilidad humanizadora en medio del caos de las sociedades
modernas.
Así se expresa,
por ejemplo, uno de sus poetas:
Dios mío, te
busco. Mira cómo me arrodillo ante tu umbral
e imploro la
entrada. Mira, estoy extraviado, mil caminos
me arrastran a
lo ignoto, y ninguno me lleva al hogar. Deja
que me refugie
en tu jardín, para que en la tranquilidad del
mediodía
reencuentre mi vida dispersada.
Ernst Stadler,
1914
Pentecostés |
Los cuadros de
Nolde son inconfundibles: grandes trazos llenos de fuerza, colores vivos, que
se desbordan en torrente, y que evocan el mundo de las sensaciones primeras,
rostros alelados que simulan mascaras, dibujados con una simplicidad casi
infantil.
Los personajes casi
siempre ocupan todo el campo visible del cuadro, se aprietan unos con otros, y
apenas hay referencias al paisaje. De su interior emergen
emociones puras, dolor, angustia, alegría, perplejidad,… Todo contribuye a
acentuar su expresión.
La vida de Cristo |
De su producción
religiosa sobresale el retablo dedicado a la vida de Cristo. En el encontramos
distintos momentos emblemáticos de la existencia del Hijo de Dios, con su crucifixión
en el centro, una imagen sobrecogedora que expresa, a mi modo de
ver, la experiencia humana de la angustia, y del sufrimiento, que soportó Jesús
de Nazaret en la cruz.
La vida de Cristo |
Viéndolo me digo:
vuelve Jesús, vuelve, una y otra vez, a la paleta de los pintores,… ¿Qué revelas
al hombre y la mujer de hoy, y de siempre, sobre el misterio de la condición
humana? ¿Qué busca en ti un pintor expresionista como Nolde?
A pesar de lo que afirmen algunos, Jesús de Nazaret sigue presente en el corazón de occidente, desconocerlo es arriesgarse a no comprender nuestro imaginario cultural, de allí la importancia de una asignatura escolar como Religión que da cuenta del hecho cristiano en diálogo con la historia y la cultura.
Última Cena |
El Pecador |
La vida de Cristo |
La conversión de Santa María Egipciaca |
Jesús entre los niños |
El profeta |
Para los que buscan profundizar en la relación entre arte y religión, pueden consultar: ¿Para qué sirve el arte? El arte como revelación.
Un buen análisis y documentada aportación. Gracias
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