1. Diego Velázquez, "Cristo crucificado" |
2. Francisco Goya, "Cristo en la cruz" |
3. Pablo Picasso, "Crucifixión" |
4. Francisco de Zurbarán, "Cristo en la cruz" |
5. El Greco, "La crucifixión" |
6. Bartolomé Esteban Murillo, "Cristo crucificado" |
7. Salvador Dalí, "Cristo de San Juan de la Cruz" |
8. Ignacio Zuloaga, "El Cristo de la Sangre" |
9. José de Ribera, "La expiración de Cristo" |
10. Joaquín Sorolla, "Estudio de Cristo" |
La impresionante imagen de Jesucristo en la cruz es un tema
recurrente en la historia de la pintura occidental,
particularmente en países de hondas raíces cristianas como España.
Esta tradición ha bebido en las fuentes del Evangelio, en ese
largo testimonio martirial que son los relatos de la pasión del Señor, los
cuales se proclaman año tras año en la liturgia, especialmente en los tiempos
de cuaresma y semana santa.
Quien haya vivido la semana mayor en España se habrá dado
cuenta de la importancia cultural que tienen las imágenes y "los
pasos" en la religiosidad popular, ello a pesar de las arremetidas del
secularismo que no da tregua.
Además muchas de estas pinturas, expuestas en iglesias y
oratorios, han formado parte del culto cristiano, han suscitado sentimientos de
fe y ayudado a orar a generaciones y generaciones de cristianos.
Así mismo, la representación del misterio de la cruz ha
servido de catequesis y enseñanza para el pueblo sencillo, un vivo recordatorio
del credo que han aprendido.
La visión de Jesús crucificado forma parte del imaginario
cultural de occidente.
Liturgia, oración personal, catequesis,... estas imágenes de
Jesús en la cruz también esconden una teología sobre la persona del
crucificado: ¿quién es este hombre?, ¿por qué Dios permite este sufrimiento?,
¿qué significa su muerte para los cristianos?, ¿cómo interpretarla en el
contexto actual?,...
Llama la atención que en la tradición española predomina el
realismo en la representación del drama del crucificado. Se imponen los colores
oscuros, la sobriedad, la economía de las formas.
En otras escuelas pictóricas la realeza y divinidad de
Cristo siempre se asoman, en cambio los pintores españoles suelen enfatizar los
rasgos más humanos del Hijo de Dios: su sobrecogedora soledad, el patetismo del
rostro, su sufrimiento físico y moral.
Esa representación "realista" de Jesús crucificado
despierta en el creyente sentimientos de compasión y misericordia. En lo
secreto del corazón algunos sienten el deseo de consolarle en su dolor, de
acompañarle en el tránsito por el valle de la muerte.
Es por eso que cuando ciertos grupos o personas, amparados
en una particular visión de lo que significa la libertad de expresión, se
burlan públicamente de estas imágenes, las ridiculizan o las someten al
escarnio, ofenden gravemente los sentimientos religiosos de sus conciudadanos
que son creyentes. No sé si es difícil entenderlo, pero es así. Es un asunto de
convivencia.
En casi todos estos cuadros, y en general en la imaginería
española, está prácticamente ausente la referencia a la victoria pascual de
Cristo. Por eso algunos hablan, a veces con razón, del "pesimismo" de algunos
ambientes católicos, del dolorismo de ciertas espiritualidades trasnochadas.
La proclamación de la muerte de Cristo está en el corazón
mismo de la buena noticia cristiana, pero hay que anunciarla completa: muerte
que no termina en muerte sino en victoria y vida.
Porque no se puede comprender la realidad de la cruz de
Cristo, sino desde la perspectiva gozosa de la Resurrección.
La Clase de Religión, que tiene como uno de sus ejes
programáticos el estudio de la persona de Jesucristo, debería ayudar a
comprender el significado artístico y religioso de este patrimonio cultural,
promoviendo así la adquisición de las competencias básicas, en nuestro caso, la
artística y cultural.
Por cierto, no tengo ni idea cómo se puede enseñar el
significado de estos cuadros sin explicar quién es este Jesús a quien pintan y
qué significa para los cristianos esa cruz en la que muere. Me imagino que los
que insisten en que la enseñanza religiosa es un asunto privado o de cada
religión, se saltarán por la cara estas pinturas o mandarán a la gente a las
iglesias para que las comprendan. Ya me los veo diciéndoles:
"Si quieres saber qué significa el Cristo Crucificado
que ha pintado Velázquez, Murillo, Zurbarán, Zuloaga, Dalí, Picasso, Sorolla,
El Greco, Ribera y Goya, pues, vete a tu iglesia para que te lo expliquen. Con
mis impuestos no quiero que aprendas esto, y a otra cosa chaval, que en la
escuela hemos prohibido mencionar a Jesucristo. Es que somos muy progres,
sabes."
En fin, me perdonan la ironía, es que no me he resistido. Un
saludo.
@elblogdemarcelo
Felicidades por tu trabajo. Me has inspirado esta entrada en mi blog... https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=6474237501320434712#editor/target=post;postID=1980528168696971598;onPublishedMenu=allposts;onClosedMenu=allposts;postNum=0;src=postname Un fraternal saludo de sufridor de reli.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo, que bueno es compartir y enriquecernos mutuamente. Excelente tu entrada en tu blog, un abrazo grande y a seguir con ánimo en la lucha.
EliminarMarcelo
Que interesante y que forma de decirnos lo importancia que tiene la cátedra de religión , muchísimas gracias un abrazo Marcelo
ResponderEliminarMuchas gracias, Beatriz, un abrazo grandote para ti
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