Un canto pascual, lleno de ritmo y gracia latinoamericana, que nos brinda el P. Diego, con poesía social y sabor a Evangelio, desde el hermano país del Perú.
Un canto que afirma la resurrección como el nacimiento a una nueva vida en Cristo, centrada no en la estrecheces de nuestro "yo" egoísta", sino en la conquista de la verdadera libertad, la que nos libra no sólo de la atadura de los vicios, sino también de la ceguera del egoísmo.
La resurrección es creer, obstinadamente, en la utopía de construir relaciones de fraternidad y justicia entre nosotros y nosotras, peregrinos en esperanza, confiados en la gran victoria de Jesús sobre la muerte.
Cada vez que luchamos por una vida digna, cada vez que nos pedimos perdón mutuamente, cada vez que vencemos el hedonismo y el individualismo que nos quieren imponer, vence la vida, vence la resurrección de Cristo.
¡ Qué gracia de alegría y sabor popular tienen siempre los cantos del P. Diego! No lo conozco sino por sus canciones, pero para mí es como un hermano que tengo en el lejano Perú.
Dedico este canto a todos mis alumnos y alumnas procedentes de América Latina, y que estudian en este rinconcito de Canarias, que el Señor Jesús les guarde en sus caminos, avive en ellos y ellas el regalo de la fe, y la sepan compartir en la nueva tierra que les acoge. Amén.
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