Una canción que he reencontrado, y que escuché en las asambleas de oración de la Renovación allá por los ochenta, o los noventa, cuando la cantaba con entusiasmo juvenil, invocando esa fuerza renovadora del Espíritu Santo, la gran promesa de Jesús para su pueblo.
El Espíritu Santo es brisa fresca que rejuvenece generación tras generación la vida de la Iglesia.
El Espíritu Santo es el consolador en la hora de la prueba, el defensor.
El Espíritu Santo testifica la presencia de Jesús Resucitado, viviendo entre nosotros.
Cuando vas a tomar alguna decisión en tu vida, ¿pides el consejo del Espíritu Santo?
Cuando sales cada mañana a trabajar, ¿invocas la guía del Espíritu Santo?
¿Qué papel tiene el Espíritu Santo en nuestras vidas como discípulos de Jesús? Él dijo que sería como un torrente de agua viva, que nos recordaría sus palabras, que nos convencería de la verdad, que con su fuerza seríamos sus testigos en Jerusalén, en Samaría y hasta las confines de la tierra.
Hoy domingo, que baje a nuestros corazones el fuego del Espíritu, que encienda nuestra alabanza y nuestra adoración a Dios.
Ser cubiertos por la sombra del Espíritu Santo, para que Cristo Jesús sea formado en nosotros y nosotras, como se formó en el vientre virginal de María de Nazaret.
Y que recibamos el eterno gozo, la alegría de sabernos amados por el Señor, perdonados por su gran misericordia, liberados por su sangre, curados de nuestras heridas y pecados, alimentados con el pan de la Eucaristía, enviados a anunciar sus maravillas a nuestros hermanos y hermanas.
Sí, ven Espíritu Santo, ven a nuestras vidas en el santo nombre de Jesús. Amén.
¡Querido Marcelo! Paz y Bien.
ResponderEliminar¡Qué buenos recuerdos me trae esta canción! La cantábamos mucho en el coro de jóvenes de mi parroquia, en Madrid, sobre todo en la festividad de Pentecostés y cuando se celebraba el sacramento de la Confirmación. Eran momentos muy especiales, que vivíamos con ilusión y con fe intensa, pues como decía un santo, cuyo nombre ahora no recuerdo, "quien ora y canta, ora dos veces".
Gracias por el post, me ha encantado.
Un abrazo fraterno desde Madrid.
José Manuel
José Manuel: Así es, hermano mío, esa canción la cantabamos con una escandalera de instrumentos latinoamericanos: trompetas, tambores,...¡una pasada! Aunque ahora tengo una espiritualidad más tranquilita, a veces recuerdo con nostalgia esos momentos de alegría que viví en mi comunidad parroquial de Caracas. Gracias, amigo, por tus comentarios, que el Señor te bendiga estos días con todos sus santos cerquita tuyo,..
ResponderEliminarMarcelo