lunes, 11 de junio de 2012

El Canon de Pachelbel: ¡saber escuchar!


Cuando escucho la conocida pieza musical Canon del músico Pachelbel, se suscitan en mí dos experiencias: el asombro ante la belleza, y el deseo de escuchar lo que esconde el corazón.

En medio de tanta violencia, de la vulgaridad de cierta cultura de masas, esta sencilla melodía tiene la virtud de encaminar mis pasos hacia mi propio centro interior.

Esta música nos eleva porque nos ayuda a humanizarnos, y nos enseña de nuevo la vieja sabiduría de saber escuchar.

Estamos tan saturados de ruidos y palabras que no dicen nada, de voces y sonidos que absorben inmerecidamente nuestra atención, que necesitamos recuperar el sentido del oído: descubrir el milagro del silencio, y hacer consciente lo que oímos.

Toda la tradición judeo-cristiana está marcada por esta invitación a la escucha.

Estar atentos a la voz que nos habla, y sintonizar con la belleza del mundo. 

La hermosura verdadera es expresión de la bondad que subyace en el ser mismo de las cosas.

Todo lo que existe es bello, porque viene de Dios, ¡la hermosura que excede toda hermosura!

Porque vio Dios que las cosas eran buenas,  por eso son bellas, pues participan y reflejan la infinita bondad de Aquel que es origen, guía y meta del universo.

¡Descubre tu presencia,
y máteme tu vista y hermosura:
mira que la dolencia
de amor, que no se cura
sino con la presencia y la figura!

Juan de la Cruz - Cántico Espiritual, estrofa 11

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