Un vídeo de una pieza litúrgica tradicional: el himno de las II Vísperas del común de los Apóstoles: Exultet caelum laudibus, magistralmente interpretado por La Capellia Real de Catalunya y Hesperion XXI, bajo la dirección de Jordi Savall.
La obra pertenece al interesante CD: Isabel I, Reina de Castilla, luces y sombras en el tiempo de la primera gran reina del renacimiento, una antología de la música que se escuchaba en la época de la monarca castellana.
Las imágenes que acompañan el himno son la de los santos Pedro y Pablo, pilares de la fe apostólica, que rubricaron su testimonio con la sangre del martirio en las primeras persecuciones cristianas. La Iglesia ha unido ambos nombres en la fiesta que celebramos cada 29 de junio.
Pinturas, esculturas, iconos, bajorrelieves, música, etc., a lo largo de la historia del cristianismo las figuras de Pedro y Pablo han estado siempre presentes en el arte de oriente y occidente. Pedro, casi siempre, representado con las llaves en las manos, signo de la autoridad que le confirió Jesús, según las palabras del Evangelio: "Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos,..." Mt. 16, 1.9
Pablo, en cambio, suele portar una espada, símbolo de su martirio, pues según la tradición murió decapitado, y no crucificado como Pedro, por gozar de la ciudadanía romana.
¿Qué hay más allá de la belleza del canto y de las representaciones artísticas?, esa es la pregunta que me gusta hacer en clase a los alumnos y alumnas, a lo cual no dudo en responder: la experiencia de fe y vida de una comunidad que ha celebrado y testimoniado la fe de Pedro y Pablo, la fe de los apóstoles, durante más de dos mil años. Nada más, pero nada menos.
A continuación el texto del himno, primero en su lengua original en latín, y luego la versión en español:
Exsultet caelum laudibus
Exsúltet cælum láudibus,
resúltet terra gáudiis:
Apostolórum glóriam
sacra canunt sollémnia.
Vos, sæcli iusti iúdices
et vera mundi lúmina,
votis precámur córdium,
audíte preces súpplicum.
Qui cælum verbo cláuditis
serásque eius sólvitis,
nos a peccátis ómnibus
sólvite iussu, quæsumus.
Quorum præcépto súbditur
salus et languor ómnium,
sanáte ægros móribus,
nos reddéntes virtútibus,
Ut, cum
iudex advénerit
Christus in
fine sæculi,
nos sempitérni gáudii
fáciat esse cómpotes.
Deo sint laudes glóriæ,
qui dat nos evangélicis
per vos doctrínis ínstrui
et prósequi cæléstia. Amen.
Exultet caelum laudibus
(Versión en español)
Que el Cielo prorrumpa en alabanzas
y la tierra rebose toda
de júbilo,
cantando la gloria de los Apóstoles
en la solemnidad sagrada de este
día.
Oh lumbreras del orbe,
que habréis de juzgar al mundo,
os
pedimos de todo corazón
que prestéis oído a nuestras súplicas.
A fin de vernos librados de nuestros pecados
por el poder que recibisteis
de abrir y cerrar,
con vuestra palabra, las puertas del Cielo.
Y ya que la salud y la enfermedad
se someten a vuestro
imperio,
confortad con las virtudes,
la fragilidad de nuestro espíritu.
Para que, al fin de los tiempos
cuando Cristo vuelva, como
Juez,
se digne hacernos partícipes
de su gozo sempiterno.
Entonemos un canto de gloria
para alabar al Señor,
que, por
medio de sus Apóstoles,
nos concede instruirnos en la doctrina del Evangelio,
y
aspirar a los bienes celestiales.
Amén.
que belleza y dulzura uuufff celestial qu e nos invita a orar gracias por compartirlo, un abrazo
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarprecisamente he llegado a este himno a través del disco de Hesperion XX, y es tan bello que me ha entrado curiosidad por saber qué significaba.
Gracias,
Luis