- No es contigo, Marcelo, pero la Religión es un asunto privado que no debería tener cabida en la escuela, y menos en la pública.
Así me decía una persona en un breve intercambio de pasillo esta mañana. No dije nada. Enseguida sonó el timbre y me fui directo para la clase. Después del recreo nos tropezamos de nuevo. Tengo una pregunta, le dije:
-¿Militar en un partido político, por ejemplo en uno de izquierda, es un asunto público o privado?
- Privado, por supuesto
- Y, digo yo, para estudiar las bases filosóficas de ese partido, su ideario político, su concepción del mundo, ¿tengo que ser militante de ese partido?
- No, claro que no, ¡faltaría más!
- Te lo pregunto, porque me pasé más de la mitad de mi vida universitaria estudiando el marxismo, conozco a fondo sus postulados, sus autores más representativos, Marx, Lenin, los llamados revisionistas, el Libro Rojo de Mao, etc. Soy capaz de hacerte un análisis marxista de la realidad, conozco su epistemología y su visión materialista de la historia y de la vida.
- Y todo este rollo, ¿a qué viene?
- Creo que el conocimiento de esta corriente filosófica es sumamente importante para cualquier estudioso de las ciencias sociales, y de las humanidades en general. De hecho, si se quiere comprender la historia del siglo XX, hay que saber de marxismo, así de claro. Quienes me formaron en la ciencia de Marx, eran, en su gran mayoría, militantes de izquierda, algunos bastante radicales. Sin embargo, yo nunca he militado, entre otras razones, porque mi visión cristiana ha chocado siempre con algunos postulados básicos del marxismo. Sin embargo, gracias a mi formación, puedo valorar críticamente sus aportes y reconocer sus contradicciones.
- Venga, Marcelo, vale ya, ¿a dónde quieres llegar?
- En síntesis, que no tengo que ser marxista para estudiar el pensamiento de Marx. Se trata de un conocimiento público que se ofrece en las instituciones académicas, que está en los libros, y que, aunque yo no milite personalmente en sus filas, se considera útil y necesario para comprender el pensamiento y la historia.
Me detuve un segundo. Ella me miraba con la interrogación dibujada en los ojos. Proseguí:
- Pues bien, hace un rato me dijiste que el estudio de las religiones y, en concreto, del cristianismo, era un asunto privado. Imagínate lo que significa la fe en Jesucristo en la historia del pensamiento y en nuestra cultura occidental, su influencia determinante en el arte, en la moral, en la filosofía, en el modo de vida de Europa y de todo occidente, desde San Petersburgo hasta la Argentina, desde las pinturas del Greco o de Van Gogh hasta la misa de Réquiem de Mozart, desde la escolástica hasta el pensamiento de Nietzsche. La teología cristiana es una disciplina universitaria, forma parte de las humanidades, tiene una metodología y un marco conceptual. Eso por no mencionarte los contenidos de mi asignatura relacionados con la historia comparada de las religiones y la antropología cultural ¿Comprender el mundo del Magreb, por ejemplo, obviando el conocimiento del Islam? ¿y dónde dejamos el estudio del hinduismo o del budismo que están en el corazón de oriente?
- Me parece que no lo has entendido bien, se trata de cosas bien distintas
- ¿Cosas distintas? No, el problema es creer que estudiar religión me convierte en un militante cristiano o musulmán. Ese es el prejuicio y nada más. Militar en una religión, o adherirme a ella, sí que es un tema personal y privado, pero conocerla o estudiarla es un asunto de educación y de cultura, un conocimiento que ayuda a comprender las raíces culturales de la sociedad donde vivo, su pensamiento, su historia, sus manifestaciones artísticas, y que promueve ciertos valores como la convivencia y la solidaridad. Además, ni siquiera se impone a nadie, es un estudio elegido libremente por el alumnado o por sus padres. En este sentido, la Religión en la escuela representa una opción de libertad, de tolerancia, la posibilidad de ofrecer una educación integral donde todas las áreas del conocimiento estén presentes.
- Venga, veo que te lo has tomado muy a pecho. Es lógico que defiendas tus garbanzos, pero,...
- No, no, no es sólo que defienda mi trabajo. Esto es algo bastante serio. Se trata de derechos, de defender una escuela pública pluralista y abierta, para que la educación no se convierta en una dictadura del pensamiento único, del pensamiento políticamente correcto, y excluya, por motivos que no son académicos sino francamente ideológicos, el estudio de un fenómeno tan importante como la religión y el cristianismo.
- Mira, ya está, no me vas a convencer, lo siento mucho, pero mejor lo dejamos aquí.
- Vale, vale, por supuesto, cada uno con su visión de las cosas, pero que quede claro que así como no hay que ser marxista para estudiar el marxismo, tampoco hay que ser religioso en la vida personal para estudiar los contenidos de la asignatura de Religión.
Concluido nuestro encuentro cada uno se marchó a sus asuntos. Al final del día volvimos a coincidir en un cambio de hora. Me acerco y le digo:
- Te invito un café
- OK, pero dejemos en paz el temita de la Religión, ¿vale?,...
- Seguro, seguro,... pero quería decirte que voy a escribir sobre nuestra conversación en mi Blog
- ¡No tienes remedio!,... ¡Haz lo que quieras!
Y nos fuimos juntos a la cafetería.
@elblogdemarcelo
Excelente reflexión, yo tuve una experiencia parecida, Gracias por darnos algunas luces y compartir tu experiencia con nosotros, con tu permiso me llevaré tu entrada a mi blog "Le verbo hecho poesía" cristiano un abrazo y feliz día
ResponderEliminarMarcelo, aunque me prometí ya no discutir nunca más con nadie, y contigo llegué a un pacto de “no agresión” no puedo resistirme porque es un asunto que me interesa especialmente y tal cómo lo narras veo que no se recoge ninguna argumentación de esa profesora.
ResponderEliminarVeo las siguientes contradicciones en lo que expones:
1º Dices que no se puede olvidar “la fe en Jesucristo en la historia del pensamiento y en nuestra cultura occidental, su influencia determinante en el arte, en la moral, en la filosofía, en el modo de vida de Europa y de todo Occidente”.
A esta primera cuestión te respondería que es cierto; del mismo modo, que habría que estudiar la influencia del Islam, del Judaísmo, del Budismo, etc. De todas las religiones, y para ello existe (o existió, porque desapareció por oscuros intereses) la materia Historia y cultura de las religiones. Llegué a impartirla y se exponía todo lo que tú defiendes, pero no solo enfocado en la católica, sino en todas (porque la Humanidad no se ha hecho solo con el Cristianismo).
2ª Afirmas más abajo: “Militar en una religión, o adherirme a ella, sí que es un tema personal y privado, pero conocerla o estudiarla es un asunto de educación y de cultura”
Aquí en principio estamos de acuerdo, es un asunto privado adherirse a una religión. Pero esto es contradictorio con las clases de Religión, porque ahí se tratan asuntos como la fe (que es privada) y se pretende hacer apostolado de ella (enseñanza y propagación de la doctrina cristiana). Y esto no me parece correcto, puesto que esto sí pertenece a lo privado; luego en las clases de Religión se dan contenidos que afectan a lo privado.
Para probar que es cierto lo que digo te copio solo dos párrafos que entresaqué del currículo oficial de tu materia para Canarias .
“La enseñanza religiosa católica expone, fundamenta y jerarquiza los valores y virtudes capaces de educar la dimensión moral y social de la personalidad del alumno, en orden a hacer posible la maduración en la responsabilidad, el ejercicio de la solidaridad y de la caridad. Todo ello, como expresión coherente del conocimiento de Dios relevado en Jesucristo”.
“Las propuestas de la enseñanza religiosa católica constituyen en si mismas una cosmovisión del mundo, de la vida y del ser humano que hacen posible la formación integral. Todo ello se realiza mediante la presentación sistemática, orgánica y científica del mensaje, vida y persona de Jesucristo, presente en su Iglesia, avalada por la Escritura, por la Tradición y el Magisterio de la Iglesia,“ trasmitida a través de la acción educativa del profesor con su preparación científico-técnica y su testimonio cristiano”
Esto tiene muy poco de información y mucho de apostolado, en el sentido de que se parte de la idea de que Dios existe y debe ser transmitido su mensaje. ¿Qué ocurre con los que no creen en ese mensaje? No hay clases de Ateísmo en los Institutos (y por la misma razón, o por muchas otras que no menciono, debería haberlas). ¿Y deberían los cristianos pagar las clases de algo contrario a su visión del mundo, en este caso de Ateísmo?
Un abrazo.
Gracias, Ángeles, por tu comentario que nos permite reflexionar sobre un tema tan importante como este. Por mi parte toda la disposición a escuchar y al diálogo.
Eliminar1. En efecto todas las religiones deben ser objeto de estudio, eso está claro, aunque en el caso de occidente la influencia del cristianismo es preponderante para comprender su cultura, arte, modo de vida, historia, pensamiento, etc. Negar esta importancia singular del cristianismo en occidente es negar los hechos de nuestra historia e identidad, con sus luces y sus sombras. Coincido contigo en que una excelente alternativa era "Historia y cultura de las religiones". Nunca entendí porque su oferta en los centros ha sido tan poco representativa. En el fondo no se tomó en serio, porque se sigue concibiendo lo religioso como una realidad marginal y no como un fenómeno susceptible de ser estudiado desde una perspectiva sistemática y científica. La solución que ha dado la Lomce no convence a nadie, porque los "Valores Éticos" no sustituyen en sí a la Religión, son comunes para todos los ciudadanos, creyentes o no. No existe en España, a mi modo de ver, una reflexión académica de altura sobre este tema, donde están enfrentadas posturas ideológicas enconadas que impiden un análisis objetivo sobre esta realidad.
2. Ángeles, la enseñanza escolar de la Religión es una exposición ordenada de los contenidos objetivos del credo cristiano, incluyendo una aproximación al estudio del hecho religioso en general y de las otras religiones, y se fundamenta en diversas disciplinas universitarias como las ciencias de la religión, la antropología y la teología. Por supuesto, como en todas las demás áreas curriculares, se promueven a través de sus contenidos las competencias básicas: la lingüística, la social y ciudadana, la artística, etc
EliminarNinguna asignatura se limita a dar información sobre un objeto, todas tienen un carácter formativo e integrador de la persona, también la Religión. Su enseñanza no presupone, al contrario de la catequesis, la fe del alumno/a. De hecho, algunos de mis alumnos son cristianos evangélicos, otros musulmanes, otros católicos, y la mayoría o no tienen una práctica religiosa concreta, o se declaran directamente no creyentes, pero todos reciben una formación integral inherente a los contenidos de la asignatura. Una formación siempre respetuosa con la libertad de la conciencia, el bien más sagrado de la persona.
He estado buscando los párrafos que has compartido y nos lo he conseguido. He revisado de nuevo los nuevos programas oficiales Lomce de Religión (Aquí te dejo un enlace:
http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2015-1849 )
No quisiera perderme ahora en cuestiones lingüísticas, pero si lees integralmente el texto del programa, te darás cuenta que no está planteado como catequesis e incluso, al entrar a analizar los bloques de contenidos dice expresamente:
"Conviene subrayar, por tanto, que lejos de una finalidad catequética o de adoctrinamiento, la enseñanza de la religión católica ilustra a los estudiantes sobre la identidad del cristianismo y la vida cristiana"
Las interpretaciones a veces de los textos son infinitas. Si promover el desarrollo integral de los alumnos a partir de unos contenidos específicos te parece apostolado, ¿qué te puedo decir? Ahora me gustaría que me dijeras si existe alguna asignatura que no transmita, además de información, los valores inherentes a su objeto de estudio.
Terminas pidiendo una asignatura que promueva el ateísmo, vale, estoy de acuerdo, sólo te preguntaría: ¿sería obligatoria? Porque ese es en el quid del asunto: la libertad de la conciencia. La asignatura de Religión, precisamente, para garantizar el derecho de los padres y de los propios alumnos a recibir una formación acorde a su visión, no es obligatoria, sino de libre elección.
Ángeles, los padres que eligen que sus hijos cursen Religión son también ciudadanos, y tienen derechos. Los creyentes hemos tenido que costear con nuestros impuestos programas y políticas que se oponen a una visión cristiana de la vida. Puedo comprender tu argumento, pero si fuera de otro modo, yo pediría también que ciertas políticas no fueran financiadas con dinero público.
En fin, amiga, el tema es largo, y aquí podemos extendernos en argumentos de parte y parte. No pretendamos que coincidamos en este punto tan sensible y aceptemos nuestras diferencias desde el respeto y la tolerancia mutua.
De nuevo muchas gracias por tus observaciones. Es evidente que si el diálogo que reproduzco hubiera sido contigo el escrito sería bien distinto. Aquí seguimos siempre a la escucha. Un abrazo
Marcelo, imagino que es difícil que un religioso católico se ponga de acuerdo con una atea practicante (¿Y cómo lo practico? Intentando difundir el ateísmo, al igual que tú tu doctrina y sin avergonzarme de decirlo, a diferencia de mucha gente que tampoco cree en Dios pero lo suavizan declarándose agnósticos), pero podemos llegar a un punto de acuerdo, y quizá pudiera ser este: Estaría de acuerdo en que se ofreciera, optativa, Religión Católica en horario escolar si se ofreciera en horario escolar también una asignatura que se llamase “Fomento del pensamiento crítico y alternativo a las visiones religiosas” (hasta te digo las siglas: FPC). Mientras no se ofrezca ninguna alternativa real, y optativa, no estoy de acuerdo con que la religión esté en horario escolar. Si mis impuestos contribuyen a fomentar creencias opuestas a las mías, lógico es que quienes se declaran cristianos también sostengan con sus impuestos las de los partidarios de las mías. No me vale que mis impuestos sirvan para sostener otras prácticas con las que no estoy de acuerdo; intento centrarme en la religión que es el tema que nos ocupa.
ResponderEliminarLos textos entrecomillados que te puse estás sacados del BOE y de los currículos del 2007, vigentes hasta ahora y que aún continúan para este año en 2º de ESO, 4º de ESO [http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2007-12875]. Y lo obtuve de esta dirección del gobierno de Canarias: http://www.gobiernodecanarias.org/educacion/web/secundaria/informacion/ordenacion-curriculo/ordenacion-curriculos-loe.html. Y el texto completo en el que yo si veo un adoctrinamiento claro te lo vuelvo a poner lo más destacado, cuya parte inicial me faltó. Si tú no lo ves, pues no me queda más que exponer, pero yo veo claro ese apostolado, en cuanto que se pretende dar una sola visión del mundo, la católica.
“En la religión católica se ofrece una determinada manera de ver la vida, en cuya base se encuentra un concepto de hombre, un núcleo referencial de ideas y creencias, y la propuesta de una escala de principios y valores. (…)Todo ello, como expresión coherente del conocimiento de Dios relevado en Jesucristo.”
Para terminar, presumo que la eliminación de “Historia y cultura de las religiones” se debió a intereses extraños, que a mí se me escapan. En teoría debía aparecer en los sobres de matrículas, pero no se ofertaba en la realidad. Yo la pedí para mi hijo estos últimos años en tres institutos en los que debí matricularlo y en todos me dijeron que no se impartía. No fue por falta de alumnado, eran por órdenes que venían de arriba. ¿Puede ser que le hiciera demasiada competencia a la Religión y no interesara por eso? Puede ser. De hecho el año que la di a quien más le robó alumnos fue a Religión; sus padres no querían que estuvieran sin hacer nada, como ocurría en ATU, y algunos pensaron ponerlos en Religión hasta que se enteraron de que se impartía esa materia. Al año siguiente la quitaron, pese a que se matricularon más alumnos, según me dijeron ellos (les di Ciudadanía en 2º de ESO).
Creo que he dejado mi exposición clara y todo lo que vuelva a decir no sería sino una repetición de todos mis argumentos. Te dejo a ti la última palabra. Un abrazo.
Ángeles, un saludo. En principio no tengo objeción a que se oferte una asignatura como la que tú propones, aunque sigo pensando que la más adecuada es "Historia y cultura de las religiones" porque considero que más allá de las opciones de fe, o no fe, de las personas, conocer el hecho religioso debería formar parte de la educación integral del ciudadano. Además, me viene la duda: para ofrecer una visión alternativa a la religiosa, hay que conocer los contenidos de la visión que ofrecen las religiones, por ejemplo, el cristianismo, y conocerlo en sus fuentes, no en la visión sesgada que abunda por ahí. Sucede a veces que sin conocer en realidad el pensamiento cristiano, escucho críticas infundadas e inexactas, que me parecen injustas. Reconozco que lo mismo sucede con el pensamiento de autores no creyentes.
ResponderEliminarForma parte de los contenidos de la asignatura el conocer otras visiones y el diálogo con la visión católica. Además, la Religión promueve la autonomía del estudiante, el pensamiento crítico-reflexivo y el ejercicio de la libertad de la conciencia (que está a la raíz de la libertad religiosa). Todo esto está en el programa. Por supuesto, de los contenidos del mismo brota una visión antropológica y axiológica concreta que forma parte de la formación, lo mismo que el profe de Naturales promueve la ecología o el reciclaje, y el de Historia el sentido de pertenencia a una comunidad. ¿Cuál es el problema si yo promuevo el valor de la solidaridad a través de la parábola del Buen Samaritano y otro lo hace desde otra fuente? ¡Al fin y al cabo se promueve la solidaridad! ¿Cómo no educar en el sentido de la dignidad humana, o en el pluralismo, o en la igualdad, o en la libertad de expresión, si todos estos valores brotan de las enseñanzas del programa? ¿Es eso lo que llamas apostolado? La enseñanza religiosa no es neutral, ni pretendo serlo, ofrece una visión expresa de la persona humana y de la vida, y en ella también se forma, como no podía ser menos, como lo hacen todas las demás áreas. Esta antropología y estos valores van dirigidos, eso sí, a la construcción del bien común y de la convivencia, y así expresamente lo dice el programa. Eso es parte de la contribución que la asignatura ofrece a la educación integral, y libres son los padres para elegir, o no, esta formación para sus hijos.
En todo este debate, lo más que me preocupa es, precisamente, la libertad. Todos los totalitarismos o han impuesto, o han prohibido las religiones. Reducir lo religioso al ámbito privado es desconocer la naturaleza social y pública del hecho religioso. Al pensamiento único no le gusta la disidencia, por eso pretende sacarnos de la escuela, para que sólo haya una visión posible y ortodoxa del mundo y de la vida. Y sé de lo que hablo porque lo he padecido en carne propia. El cristianismo se planta en la academia con un talante dialogante con la razón, con la ciencia, con el arte, con la historia, no son verdades sólo de "sacristía". Sucederá, ya lo veremos, que terminarán prohibiendo la enseñanza de la religión, y sucederá como en el bolchevismo, que terminó cargándose la libertad para pensar fuera de las directrices de lo mandado, aunque en esta etapa de la historia lo harán de una manera más sutil. O como en Francia (el único país de Europa que ha quitado la Religión de la escuela) que ahora se encuentran con el problema de que no hay manera de integrar a la sociedad formada por musulmanes (que nunca han estudiado la fe cristiana porque la escuela no lo ofrece) y cristianos (que no conocen nada de la fe musulmana) y con los no creyentes en el medio (que tampoco han estudiado la fe ni de unos ni de otros) ¿Logrará el laicismo francés atajar este problema? Yo tengo mis dudas. Precisamente, el mejor antídoto para evitar los fanatismos exacerbados y para promover la integración social, pues es enseñar los contenidos de la religión no desde la iglesia o desde la mezquita, sino desde la aula de clase, donde se debaten con criterios de racionalidad y en diálogo con los valores ciudadanos comunes.
ResponderEliminarÁngeles, yo respeto tu visión de las cosas, y seguramente tengo mucho que aprender, pero me declaro en rebeldía frente a este proyecto laicista de sociedad que quiere arrinconar a los cristianos, silenciarnos, escondernos, que pretenden imponernos una única forma de entender el mundo, y sacarnos de la educación, y hasta de la vida. De todas maneras, tú no te preocupes que, tal y como yo veo las cosas, tu visión es la que se impondrá, pues es la que se promueve continuamente en todos los órganos que modelan la opinión pública, y en los partidos políticos, incluyendo el mismo PP. Esto ni tú ni yo lo vamos a detener, para mi es una muerte anunciada, lo sé, aunque yo moriré peleando por mis derechos, y los derechos de los padres, a recibir una educación acorde a mi visión del mundo, en un clima abierto de verdadera tolerancia, pluralismo, de libertad y de búsqueda de la verdad, como debería ser el ámbito académico.
En fin, Ángeles, ¿qué más decir?, no creo que exista una última palabra, pues este debate es casi infinito,... entretanto te sigo ofreciendo mi respeto y aprecio, para que nuestros desacuerdos no se lleven por delante lo más importante, aquello que nos hace compañeros de ruta e incluso amigos. Un abrazo