La tradicional Secuencia al Espíritu Santo, convertida en una hermosa canción, en la melodiosa voz de la hermana Glenda.
En estos días toda la Iglesia está expectante, en la espera gozosa del Espíritu Santo,... Como nos recomendó Jesús, permanecemos en Jerusalén, con María y los Apóstoles, orando y vigilando, para ser revestidos de esa fuerza que viene de lo alto, ser ungidos con el fuego de Dios, y salir a los caminos a anunciar la Buena Noticia de Jesús Resucitado.
Desde este blog queremos unirnos a tantos hermanos y hermanas que alrededor de toda la tierra, en diversidad de lenguas, culturas, climas, países, se reúnen en asambleas, en vigilias, en grupos de oración y de alabanza, o quizás a solas en la intimidad de la propia habitación, para pedir esa gracia inefable del Espíritu Santo que Jesús prometió, esos ríos de agua viva que corren en el corazón del que reconoce y confiesa a Jesús como Señor y Mesías verdadero.
Sí, ven, ven, Espíritu Santo, sananos de nuestras tristezas, consuélanos en nuestros dolores, fortalece nuestra fe y nuestra esperanza, revélanos el amor incomparable de Jesucristo, camino, verdad y vida, danos sabiduría y amor para vivir y anunciar el Evangelio de Dios.
Santa María de Pentecostés, atrae sobre la humanidad entera, sobre España, y sobre nuestras Islas Canarias, la gracia del mismo Espíritu que fecundó tu seno virginal, y engendró a Jesús en ti.
Santa María de Pentecostés, bendice a todas las personas que a través de la red llegan a este blog, atrae sobre cada uno de ellos y ellas el fuego del Espíritu Santo prometido por el Señor.
Santa María de Pentecostés, ruega siempre por nosotros y nosotras. Amén.
Desde este blog queremos unirnos a tantos hermanos y hermanas que alrededor de toda la tierra, en diversidad de lenguas, culturas, climas, países, se reúnen en asambleas, en vigilias, en grupos de oración y de alabanza, o quizás a solas en la intimidad de la propia habitación, para pedir esa gracia inefable del Espíritu Santo que Jesús prometió, esos ríos de agua viva que corren en el corazón del que reconoce y confiesa a Jesús como Señor y Mesías verdadero.
Sí, ven, ven, Espíritu Santo, sananos de nuestras tristezas, consuélanos en nuestros dolores, fortalece nuestra fe y nuestra esperanza, revélanos el amor incomparable de Jesucristo, camino, verdad y vida, danos sabiduría y amor para vivir y anunciar el Evangelio de Dios.
Santa María de Pentecostés, atrae sobre la humanidad entera, sobre España, y sobre nuestras Islas Canarias, la gracia del mismo Espíritu que fecundó tu seno virginal, y engendró a Jesús en ti.
Santa María de Pentecostés, bendice a todas las personas que a través de la red llegan a este blog, atrae sobre cada uno de ellos y ellas el fuego del Espíritu Santo prometido por el Señor.
Santa María de Pentecostés, ruega siempre por nosotros y nosotras. Amén.
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