LA FILOCALÍA: En la senda del peregrino ruso,..

Los que hayan leído El peregrino ruso estarán ya familiarizados con este libro, compañero inseparable de las aventuras del protagonista, en sus andanzas en busca de la oración interior y el lugar del corazón. Se trata de la La Filocalía (en griego "Amor a la belleza"), una colección de las enseñanzas de los padres monásticos y santos de la Iglesia ortodoxa, sobre el tema de la oración continua y de la santidad cristiana, abarcando diversidad de puntos tales como el crecimiento en la humildad, la obediencia al padre espiritual, la caridad fraterna, la lectura de la Palabra, la soledad y el silencio, la lucha contra las pasiones y los vicios, y, sobre todo, la práctica de la oración.

Una belleza que se muestra a quien camina

La lectura del libro puede tener para nosotros, lectores occidentales, alguna dificultad dado que remite a un contexto espiritual y temporal muy distinto al nuestro. Sin embargo, La Filocalía muestra toda su belleza a quienes sientan esa llamada del Espíritu a recorrer los caminos de la plegaria, a la búsqueda de la oración del corazón. Andando el camino, los temas cobran pleno sentido, pues brotan de la tradición orante de la Iglesia, de su experiencia milenaria como comunidad que ora y confiesa su fe en Cristo. Un diálogo ininterrumpido que llegará a su plenitud cuando seamos revestidos de la luz del Resucitado, pero cuyos destellos de fuego ya se asoman en los ojos de quienes viven ya, intensamente, el misterio de la plegaria cristiana, fruto del Espíritu que ora continuamente en nosotros: "Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; más el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios" (Rom. 8, 26-27)