Promover el dominio competencial de la lengua inglesa se ha
convertido en una prioridad para la mayoría de los programas educativos
actuales. Más allá de la reflexión crítica que podamos hacer sobre las
consecuencias de este imperialismo cultural anglosajón, lo cierto es que sin el
conocimiento de otra lengua, particularmente del inglés, nuestra educación no
estaría completa ni sería integral, ni estaría
a la altura de los estándares del mundo globalizado en el que vivimos.
En Canarias desde hace unos años se viene implementado en
los centros un programa de enseñanza bilingüe, el CLIL, a través del cual se
pretende impartir en inglés, a grupos de alumnos seleccionados, algunas de las
asignaturas del curso, con una metodología específica y un material didáctico
acorde a este fin.
Aunque hasta ahora la asignatura de Religión no ha entrado a
formar parte de este proyecto, por experiencia propia sé que el conocimiento
del cristianismo, por nombrar la religión que predomina en occidente, puede
servir de gran ayuda en el aprendizaje de otra lengua, en el caso que nos ocupa
del inglés.
¿Cómo contribuye el conocimiento de la Religión, en concreto
del cristianismo, al aprendizaje del inglés? Aquí les comparto las 5 razones
que, a modo de ensayo, he encontrado:
1. Una matriz cultural
común: El hecho religioso cristiano ha configurado la cultura occidental,
dentro de la cual se encuentra el mundo anglosajón. Si me es familiar la
experiencia cristiana, si la conozco, tendré una clave para comprender mejor la
cultura del idioma que estoy aprendiendo, lo cual puede ayudarme a vencer la
resistencia psicológica que quizás experimente frente a lo foráneo. Es evidente
que si conozco, e incluso comparto, la religión de un pueblo, puedo comprender
mejor su mundo cultural, y, en consecuencia, su idioma.
2. Unas prácticas
religiosas comunes: La experiencia cristiana se expresa a través de una
serie de prácticas universales, si yo
las conozco en mi propio idioma, sabré reconocerlas cuando participe en ellas
en el idioma que estoy aprendiendo. Así, por ejemplo, si tengo que asistir a
misa en inglés, aunque no domine el idioma, podré seguirla y participar en
ella, dado que el rito es universal, y me es familiar. Se trata de una
experiencia que facilita enormemente la comprensión del otro idioma.
3. Unos contenidos de
fe comunes: Los contenidos básicos del credo cristiano, más allá incluso de
las diferencias entre las distintas iglesias, son universales. Cuando
estudiamos los Evangelios, las enseñanzas de Jesucristo, la ética cristiana,
etc. adquirimos un conocimiento que forma parte del vocabulario de la lengua
inglesa, familiarizándonos así con unos referentes que están muy presentes en
la cultura hablada y escrita en inglés.
4. Unos valores
comunes: Los valores que fomenta el cristianismo los encontramos, a pesar
de la secularización que padece occidente, tanto en la cultura inglesa como en
la española: el perdón, la solidaridad, la honestidad, la fidelidad, la
justicia social, el respeto a la dignidad humana, etc. Cuando los conozco en mi
propia cultura, cuando me son familiares, puedo reconocerlos y comprender mejor
su significado en el idioma que estoy aprendiendo.
5. Una actitud
abierta a la convivencia: El cristianismo promueve el encuentro entre
hombres y mujeres de toda raza, lengua, pueblo y nación, enseñando a valorar y
a reconocer todo lo noble, lo hermoso, lo auténtico, lo laudable que se esconde
detrás de cada cultura. En realidad, la experiencia de la fe es una escuela
para la convivencia humana, y siempre nos empuja al diálogo con otros pueblos, una
actitud que favorece el conocimiento de otras lenguas.
¿Qué les parecen estas razones que he encontrado para
justificar mi tesis de que el conocimiento de la Religión puede ayudar a
aprender inglés? ¿Agregarían alguna otra? Espero sus opiniones y comentarios
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