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Autor desconocido |
He reunido aquí una pequeña galería de cuadros sobre la parábola del fariseo y el publicano (Lc. 18, 9-14).
La oración del públicano: "Señor, ten misericordia de mi, pecador", ha ejercido una gran influencia en la espiritualidad monástica tradicional, particularmente en el oriente cristiano. La Filocalía de la oración de Jesús, y el libro de los Relatos de un Peregrino Ruso, testimonian esta experiencia.que tan abundantes frutos de santidad ha dado en la Iglesia.
El fariseo guardaba todos los mandamientos de la ley, menos uno, el principal: el amor al prójimo. En realidad se había convertido en el acusador de sus hermanos delante de Dios,... "los demás hombres que son esto y son aquello, en cambio yo",... Ese papel de acusador la Biblia lo asigna a Satanás, él encargado de presentarle a Dios nuestras faltas ¡Qué función más triste!
El fariseo en su ceguera no se da cuenta de que la misericordia lo ha preservado de pecar contra la Ley. La salvación y el beneplácito divino son para él un salario que Dios le debe por sus buenas obras.
Esta parábola nos remite a la predicación de Pablo que encontramos sobre todo en la carta a los Romanos: la salvación por las obras de la Ley, la del fariseo, frente a la nueva economía de Jesucristo: la salvación por gracia que recibimos por la fe en Cristo Jesús, muerto y resucitado por nuestros pecados.
El publicano no ha hecho "méritos" delante de Dios, el único recurso que le queda es apelar humildemente a la misericordia divina.
Es la misericordia la que lo justifica. Por gracia ha sido salvado.
Un hombre, una mujer, que se siente así, recibido y amado por la gran misericordia de Dios, mira a los otros con nuevos ojos, no se compara con ellos ni los acusa.
En vez de acusarlos delante de Dios, intercede por ellos.
Su corazón es encendido en aquel amor inmenso de Dios que es capaz de excusar las faltas de los hermanos, porque tiene delante su propia debilidad, su miseria.
Es el amor que es capaz de considerar a los demás como superiores a si mismo, porque se da cuenta de las debilidades humanas, las suyas y las ajenas, y tiene entrañas de compasión y misericordia.
¿Logran estos cuadros de artistas contemporáneos transmitir este mensaje? ¿qué sentimientos revelan los gestos de los personajes?
Ahí queda la pregunta
excelentes cuadros, todos tienen algo particular, muy buenos!
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