Un vídeo para pensar, la recreación de una metáfora del Evangelio: la puerta, el camino, mi lugar en la Iglesia y en la historia.
En estos tiempos que corren, tiempos de incertidumbre y dificultad, muchas puertas parecen cerradas: la puerta de un trabajo, de un crédito, de un rostro humano que ofrezca un atisbo de esperanza.
Y corremos el peligro de cansarnos, de dejar de llamar, de no seguir buscando la letra que falta en el crucigrama de la existencia.
Toquemos a la puerta de Cristo, él ha prometido abrir siempre, él mismo se presenta como la puerta y el camino que conducen al Padre.
Seamos nosotros mismos puerta de fraternidad y amor concreto para los que buscan, que sepamos decir una palabra de aliento y esperanza para aquellos que están cansados de llamar.
Hazte sitio, hermano; hazte sitio, hermana, cooperemos unos con otros para que encontremos nuestro lugar en casa.
Aquí caben todos y todas.
Aquí caben todos y todas.
Un recurso muy interesante para compartir con los jóvenes, y también en la clase de Religión
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