La canción ACUARELA, interpretada por la sugestiva voz de Toquinho, es un pequeño manual de pedagogía para maestros y maestras.
Oyéndola me surge la pregunta: ¿fomentamos en nuestra clase el libre pensamiento, el espíritu investigativo tan natural en niños y niñas, en una palabra, la imaginación?
Porque aprender no es un castigo, hay chicos que creen que todo lo interesante de la vida sucede detrás de las murallas de la escuela, ¡pues no, señor!, aprender, aunque requiere disciplina y esfuerzo, es, fundamentalmente, una aventura, una forma de conquistar el mundo y de humanizarlo, de tender puentes entre las cosas y las ideas, entre un "TÚ" y un "YO" que forman juntos el gran milagro del "NOSOTROS":
- Frente a la imposición del blanco y negro, reivindicamos la magia del COLOR.
- Frente a la imposición de una escuela que homogeneiza y robotiza, reivindicamos el valor de la DIVERSIDAD Y LA DIFERENCIA.
- Frente a la imposición de unos conocimientos ya "dados" en la frialdad impersonal de los libros, reivindicamos la IMAGINACIÓN, LA CREATIVIDAD, LA INVENTIVA.
- Frente a escuelas politicamente "correctas" que adormecen la conciencia de profes y alumnos, reivindicamos el valor de las PREGUNTAS INCOMODAS, LA ACTITUD CRÍTICO-REFLEXIVA, LA LIBERTAD RESPONSABLE, EL INCONFORMISMO.
- Frente a una escuela que reproduce el modelo "individualista" de ser persona, reivindicamos el valor de LA CONVIVENCIA, EL TRABAJO EN GRUPO, EL APRENDIZAJE COLECTIVO.
- Frente a tanto chico desmotivado y aburrido que sobrevive en nuestras aulas, reivindicamos nuestro sueño por transmitir LA PASIÓN POR APRENDER, EL RETO DE CREAR Y DESCUBRIR COSAS NUEVAS.
Permanezcamos abiertos a la novedad, saboreando la alegría de vivir y de aprender, porque una cosa es bien cierta, si los educadores no vivimos esta experiencia, dificilmente lograremos transmitirla a los alumnos y alumnas.
Esta coherencia es, en el fondo, lo que los chicos esperan de sus profesores: Carta de un alumno a su profesor
Permanezcamos abiertos a la novedad, saboreando la alegría de vivir y de aprender, porque una cosa es bien cierta, si los educadores no vivimos esta experiencia, dificilmente lograremos transmitirla a los alumnos y alumnas.
Esta coherencia es, en el fondo, lo que los chicos esperan de sus profesores: Carta de un alumno a su profesor
Hola Marce pasa por mi blog tienes un premio , mil besos
ResponderEliminarGracias, Bea, llegando hoy de la Península, me voy poniendo al día en mi vida "online",...No hay mayor premio que la alegría de compartir con los demás las bendiciones de Dios :)
ResponderEliminarMarcelo