La Iglesia, desde siempre, ha recurrido al símbolo como una especie de mediador pedagógico que facilita la comprensión de los contenidos de la fe cristiana. Además, no sólo tiene un valor catequético, el símbolo forma parte de la acción litúrgica de la Iglesia, de tal manera que aprender a descifrar el significado de la simbología cristiana, es también catequesis, es decir, resonancia de la fe recibida, de la fe que se celebra y se vive en los sacramentos y, en general, en la liturgia, lo que también se expresa en la religiosidad popular.
En el actual contexto secularizado de España y Europa, muchos de los símbolos que han representado durante siglos la salvación y la fe cristiana, han perdido o atenuado su significado primero. De allí la necesidad de renovar, algunos hablan de inculturar, la experiencia del símbolo para que vuelva a ser significativo para los creyentes del siglo XXI.
Mi experiencia como profesor de Religión me ha enseñado a no presuponer en los alumnos un conocimiento de algunos aspectos fundamentales del cristianismo, que apenas una generación atrás, se transmitían casi por ósmosis, en el ambiente familiar y en el entorno cultural.
Es por eso que, desde hace unos años, he decidido en mis clases explicar el significado cristiano, por ejemplo, de la Navidad y la Semana Santa, o qué celebramos el día de la Inmaculada Concepción (festivo en España), o algo tan sencillo como el símbolo de la cruz. Una vez me sucedió, aquí en Tenerife, viendo una película sobre la pasión de Cristo, tener que hacer una pausa y explicarle a un alumno la muerte, real, de Jesús. El chico pensaba que, como era el héroe de la historia, no podía morir, pues en las pelis, ya se sabe, a la final el protagonista nunca muere.
Por todo lo dicho, el libro Símbolos y técnicas de dramatización para la catequesis, escrito en el contexto eclesial latinoamericano, resulta muy interesante porque propone una renovada experiencia de los símbolos cristianos, vinculados a la liturgia y a la religiosidad popular, en el ámbito de la catequesis. Al mismo tiempo, ofrece orientaciones prácticas para organizar pequeñas dramatizaciones de los misterios cristianos, una forma alternativa de aprendizaje, que promueve al mismo tiempo la participación y el desarrollo personal y grupal.
El libro puede ser también útil para la clase de Religión, pues ofrece ideas originales para diversidad de temas, relacionados sobre todo con los sacramentos y la liturgia, tanto de primaria como de secundaria.
SÍMBOLOS Y TÉCNICAS DE DRAMATIZACIÓN PARA LA CATEQUESIS : DESCARGAR
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