¿Felices fiestas?, vale ya, por favor, vale ya,...es que a mi eso no me va,...¡Feliz Navidad!, sí, eso sí, me sabe a gloria bendita, no se lo impongo a nadie, ¡faltaría más!,... lo de Felices Fiestas se me hace insípido, incoloro, frío, apañado, sospechosamente neutral; además, aunque lo respeto, seré franco, ¡no lo termino de entender! ¿De qué son fiestas?,...Usted dirá.
Y no me vengan a decir que no tiene importancia. Sí, sí que la tiene, no me van a convencer, no es lo mismo una cosa que otra, y punto, y no discuto más, porque decir ¡Feliz Navidad!, aunque no se sea creyente o cristiano, es reconocer lo que hay, que la raíz y la razón de ser de estas fiestas decembrinas es un acontecimiento propio de la religión cristiana: el nacimiento del Señor Jesús, su epifanía, y aunque yo no crea en Jesús,... hombre, por favor, el hecho es que la fiesta es por Él, ni más ni menos, y ello ha marcado toda la civilización occidental, y más allá.
Señores paladines del Felices Fiestas, si no quieren pronunciar la palabra "Navidad" porque dizque les parece confesional, limítense, les ruego, a desearnos un feliz año nuevo a todos y todas, lo que, visto lo visto, no viene mal a nadie,...Y, por coherencia nada más, hagan una campaña para quitar todos los días de contenido religioso del calendario festivo: Navidad, Semana Santa, la Inmaculada Concepción, San Jorge, San José, la Santa Cruz, San Fermín, y hasta la misma patrona del último pueblo o villorrio de España ¡Hale!, todos a trabajar, y entonces, y sólo entonces, me parecerá lógico que no me deseen Feliz Navidad.
Alguno dirá que cómo se me ocurre ésta sandez, si es ya costumbre inveterada lo de no trabajar dichos días, un derecho al descanso ganado a pulso de siglos y más siglos, pues muy bien, de acuerdo, pero sepan que también es costumbre de muchos siglos decir Feliz Navidad, y una cosa va con la otra, ¿no les parece?
Es cierto que en España hay libertad religiosa, y no seré yo quien quiera imponer mis creencias a nadie,...además, nuestra Navidad de compras y consumismo, de excesos y hartazgos sin cuento no es precisamente muy cristiana que se diga,... por eso mismo si decimos Feliz Navidad, seamos también nosotros coherentes, practiquemos y vivamos los valores propios de la Navidad: la solidaridad con los más pobres, el amor fraterno, el servicio a los demás,...porque decir Feliz Navidad y vivir de espaldas a la "Navidad", es incluso mucho más absurdo que felicitarnos mutuamente con el inocuo "Felices Fiestas" que venimos hablando.
En el fondo, fondo, esto del "Felices Fiestas" entra dentro de esa pretensión de algunos y algunas, me parece a mi, de quitar lo religioso de la vida pública, es decir, transformar la libertad de cultos, un derecho de todos los ciudadanos y ciudadanas, en esa ideología totalitaria que es el laicismo a ultranza, replegando toda manifestación pública de las propias convicciones religiosas. Y claro, a estos y estas laicistas "progres", el tema de la Navidad les tiene que escocer, porque si hay una fiesta cristiana con raigambre popular en la gente es precisamente la Navidad, por eso venga, se han dicho, cambiemos lo de Feliz Navidad, por el insulso "Felices Fiestas", y ya esta, ya no son cristianas estas fechas. Mira por dónde se les ha visto el plumero.
Cristiano, cristiana, no estoy de cachondeo, saludemos con nuestro confesional Feliz Navidad, pero que no sea un mero formulismo de boquilla, testimoniemos los valores de la Navidad, los del Evangelio y el Sermón de la Montaña, aunque tengamos a veces que marchar contra-corriente, ya se sabe que lo de ser signo de contradicción nos viene a los cristianos como marca de fábrica.
Aquí les dejo un interesante artículo de Antonio Burgos sobre el tema que venimos hablando, aparecido en el periódico ABC, el pasado domingo 26 de diciembre del 2010. No dejen de leerlo que está buenísimo.
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