Pocas veces tiene uno, como lector, la oportunidad de conocer personalmente al protagonista de una estremecedora historia. Este fue mi caso con Nicky Cruz, el personaje principal de un famoso libro cristiano, La cruz y el puñal, escrito por David Wilkerson, conocido pastor y predicador evangelista.
Tendría yo unos 16 o 17 años cuando el libro cayó en mis manos. En él se narra el valiente ministerio de David Wilkerson entre los pandilleros de los barrios más pobres de Nueva York, anunciando a Cristo a muchachos que vivían sumergidos en un ambiente de violencia y desarraigo social, muchos de ellos enganchados en el mundo del consumo y tráfico de drogas.
El testimonio central del texto es la dramática conversión de un violento joven puertorriqueño: Nicky Cruz. Su fuerte resistencia al Evangelio, su entrañable experiencia del amor y la misericordia de Dios, su salida del mundo de la delincuencia y de las drogas, su entrega y rendición a Jesucristo, y su misión evangelizadora con otros jóvenes de su entorno.
La lectura del libro es una conmovedora lección de fe y de confianza en el poder que tiene el Señor Jesús para cambiar y transformar la vida de las personas. Al concluir la última página, nos decimos: si Nicky fue tocado de una manera tan maravillosa por el amor de Jesús, nuestras vidas también puede ser renovadas por su gracia, pues vence el amor y la misericordia, allí donde reinó el pecado y la muerte.
Por esas cosas que pasan, un año después, caminando por Caracas, leo un cartel invitando a un encuentro con Nicky Cruz, en una conocida Iglesia cristiana. La experiencia de escuchar de sus propios labios el testimonio de su vida tocada por la misericordia de Dios, me ayudó a comprender mejor el libro que había leído, y fue edificante para mi propio camino de fe y conversión al Evangelio.
Entre las cosas que compartió recuerdo ahora su reclamo de que durante su vida en la calle, en los reformatorios, en la cárcel, educadores, psicólogos, sacerdotes, y tantos otros, quisieron ayudarle y le ofrecieron quizás buenos consejos, pero que ninguno le habló de Cristo vivo, de su oferta de salvación, la respuesta verdadera al drama de su vida. Sólo aquel pastor David, sin duda inspirado por el Espíritu Santo, tuvo el coraje de hablarle de Jesús, de hacerle presente en su vida, y en él encontró la gracia y el amor que lo transformaron radicalmente.
Estas palabras nos sacuden: hablar de Cristo, anunciar a Cristo, dar testimonio de la salvación que viene por Jesucristo, esa es la evangelización primera, la que debemos comunicar con gestos y palabras, la que debemos vivir en el día a día de nuestro seguimiento al Señor, sintiéndonos nosotros mismos amados y salvados por Jesús.
Aunque nuestra realidad cultural y social aquí en España, y en Canarias, sea diferente a la de los pandilleros de Nueva York, el Señor Jesús sigue buscando a los jóvenes, los sigue llamando a un encuentro con él, a que le conozcan y le sigan por los caminos del Evangelio.
Que el Espíritu Santo nos dé sabiduría y gracia para anunciar y testimoniar, hoy y aquí, el inmenso amor de Dios, que se nos ha manifestado en la persona santa de Jesús, camino, verdad y vida. Amén.
LA CRUZ Y EL PUÑAL : DESCARGAR
una hermosa obra del rvdo david wilkerson lo lei estando en prision el año 1974 en cerro de pasco una ciudad a 4380 msnm recuerdo al rvdo aldo valle de la iglesia metodista
ResponderEliminarme aleje del camino elegi el camino ancho y ajeno dios del amor de la bendicion esta con nosotros
Gracias hermano por compartir tu testimonio y que maravilla la misericordia de nuestro Dios que actúa siempre que un corazón lo busca y lo recibe con fe. Un abrazo desde Tenerife
Eliminares una historia real..q pasa en estos tiempos modernos.. me hizo rflecionar mucho.. y a valorar la vida y a mi famila mucho mas.Me acerco mas a Dios por el existe y su amor es maravilloso..
Eliminarla vida es linda sonrian 100pre..¡¡¡
Muy buen libro, lo malo es que el link no funciona
ResponderEliminarGracias amigo por notificarlo, he actualizado el enlace para que pueda ser consultado. Es una historia apasionante de conversión, un testimonio del inmenso poder de Dios que puede transformar nuestra vida. Un saludo
EliminarALGUINE TENDRA LAS PAGINAS 178 Y 179?
ResponderEliminarEs cierto, amigo, faltan esas páginas, no me había dado cuenta, dejo aquí tu petición por si alguno lo tiene y lo puede aportar. Un saludo
Eliminar