LA MARSELLESA : ayer y hoy. Canta Edith Piaf

En el día de hoy, 14 de julio, les presentamos este vídeo: La Marsellesa: ayer y hoy, cantada por la inconfundible Edith Piaf, una forma de conmemorar la Toma de la Bastilla y el inicio de la revolución francesa, ese movimiento de ascenso de la burguesía al poder, fundamento histórico e ideológico de nuestras democracias modernas de corte liberal, con sus valores de libertad, igualdad y fraternidad.

No podemos menos que reconocer la coincidencia de estos valores con una visión evangélica de la persona humana, basada toda ella en el respeto y la defensa de la dignidad única del ser humano. Una dignidad vivida en plena condición de igualdad frente a los otros y las otras, en un ejercicio responsable de la libertad de la conciencia, en la construcción de una convivencia realmente solidaria y fraterna.

Lamentablemente, la realización histórica de estos valores están lejos de haberse cumplido. De hecho, la verdadera igualdad que hemos alcanzado, tantos los ciudadanos como los países, es, sobre todo, ante las leyes del mercado, bajo cuya dictadura se han establecido diferencias odiosas entre las personas y las naciones, esquilmando los recursos del planeta, y atentando contra la dignidad del ser humano.

Primero y tercer mundo, una Europa rica y una Europa pobre y periférica, África y América Latina, Asía, el orbe musulmán, he aquí un mundo sumido en profundas desigualdades e injusticias.

Entretanto, la incertidumbre de una crisis que no acaba de tocar fondo.

No nos vengan, pues, con monsergas, esta modernidad ilustrada que nos trajo la revolución de 1789 no ha resuelto el problema de la justicia social, por lo que todavía falta mucho, pero mucho, para que este sueño de libertad, igualdad y fraternidad se haga realidad..

Escuchar La Marsellesa hoy es algo más que evocar un pasado inmediato, de signo emancipador y progresista, es tomar conciencia y reconocer las nuevas Bastillas que hay que tomar en el 2011, por lo menos aquí en Europa. Y ello es así especialmente cuando vemos que una élite económica y política va sometiendo a nuestro continente, país por país, a un proyecto neoliberal como salida a los problemas económicos, poniendo en entredicho el efectivo logro de los derechos sociales: educación, salud, vivienda, empleo, etc.

Hoy muchos hombres y mujeres, especialmente jóvenes, marchan espoleados por la crisis, y quizás también con una utopía en el corazón, aquel sueño de libertad, igualdad, fraternidad que La Marsellesa representa y transmite.

Frente a esto, los cristianos sabemos que la lucha por alcanzar la justicia social, es un signo preclaro de la presencia del Reino de Dios en medio de nuestra historia. Pidamos al Espíritu Santo, Señor y Dador de Vida, que guíe los pasos de la historia humana para que avancemos cada vez más en el logro del proyecto liberador y fraterno de Jesús de Nazaret.