Youssef,
que es diabético, a partir de agosto no sabe cómo conseguirá su
tratamiento de insulina. Y Mercy tampoco podrá seguir con sus medicinas
para el sida, a pesar de que se encuentra mucho mejor desde que las
toma. Y claro, al no tener papeles no pueden trabajar ni ganar dinero
para comprar sus tratamientos. Dicen que al dejar fuera a los que no
"contribuyen" del sistema público de salud vamos a ahorrar muchos
millones, pero ¿quién les explica a Youssef y a Mercy que así ahorramos,
reducimos el déficit y podremos salir de la crisis? Hay que hacer
recortes, por supuesto...pero ¿quitándole al que no tiene ni siquiera
posibilidad para defenderse?
Y
es que hay recortes que son especialmente dolorosos, sobre todo cuando
afectan a los más vulnerables. Se disminuye el gasto en salud y se ha
reducido más de la mitad la ayuda oficial al desarrollo, el dinero que
destinábamos a proyectos en países en vías de desarrollo. Parece lógico
recortar de algo que no nos ayuda a salir de la crisis. Será lógico,
pero nos hace más egoístas y demuestra que sólo ayudamos con lo que nos
sobra. Y como no tengamos cuidado la tijera de los recortes puede
dejarnos sin dignidad, humanidad y solidaridad.
Aliosha en Pastoral SJ
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