sábado, 28 de julio de 2012

Rusia vuelve a implantar la asignatura de Religión en la escuela

Nikolai Bogdanov

A partir de septiembre del 2012 habrá clases de Religión según la fe de los alumnos

Veinte años después de que la Unión Soviética se resquebrajara, la religión vuelve a enseñarse en los colegios de Rusia. En estas dos décadas, la Iglesia ortodoxa ha ido ganando en cercanía a las instituciones y en presencia entre una población que durante casi todo el siglo XX fue oficialmente atea. Religión mayoritaria entre los rusos, uno de sus objetivos ha sido entrar en las escuelas.

En el próximo curso escolar, que comienza el 1 de septiembre, todos los colegios rusos contarán con una asignatura más: Fundamentos de las culturas religiosas y de la ética laica. Un rimbombante nombre con el que el Kremlin ha encontrado una solución salomónica para dar cabida a las principales religiones del país.

La asignatura se impartirá con carácter trimestral en cuarto y quinto cursos (10 y 11 años). Además, es obligatoria, así que nadie podrá negarse a cursarla si no quiere quedarse sin el diploma escolar. Los padres, sin embargo, tienen la posibilidad de elegir uno de los seis módulos en los que está dividida la asignatura.

Estos módulos se han diseñado con arreglo al mapa religioso de Rusia, el país más extenso del mundo con una población de 142,9 millones de habitantes.

Los alumnos pueden elegir historia de una de las cuatro religiones tradicionales de Rusia (cristianismo ortodoxo, islam, judaísmo y budismo) o un módulo más general: fundamentos de las culturas religiosas o fundamentos de la ética laica.

Todo empezó en el 2009, cuando el entonces presidente ruso, Dimitri Medvédev, creó un programa piloto para introducir en las escuelas la enseñanza de lo moral tras el colapso de la URSS. El Ministerio de Educación introdujo la asignatura como optativa, y entre el 2009 y el 2012 se ha impartido en 19 de las 83 regiones del país.

Según las autoridades educativas rusas, el experimento ha resultado un éxito. Pero las voces críticas no faltan en este paso de devolver la religión a las escuelas. Esas voces no están de acuerdo con la decisión por diversas razones. Atendiendo a un punto de vista educativo, el experto en religiones Ivar Maksúrov cree "erróneo dividir por sus creencias a los niños en grupos a una edad tan temprana. Esto puede causar muchos problemas". "No estoy en contra de introducir estas asignaturas en las escuelas, pero no de esta forma", añade.

Otros críticos son más contundentes, y califican la iniciativa de "perjudicial y peligrosa". Unos temen que se utilice el aula como un lugar de predicación o, incluso, proselitismo. Y otros temen que la enseñanza carezca de carácter científico.

Precisamente, uno de los problemas a los que se enfrentará la nueva religión de las escuelas rusas es la falta de profesores preparados y de manuales. Para suplirlo, se prepararon miles de tutores a nivel estatal que luego han ido preparando a los maestros en las regiones. La asignatura se centra más en la historia que en las cuestiones de fe.

El protodiácono Andréi Kuráiev, profesor de la Universidad Estatal de Moscú (MGU) y de la Academia Espiritual de Moscú, se ha encargado de redactar el manual sobre cristianismo ortodoxo. "No hay lugar para propaganda religiosa en estas lecciones, ni tampoco para hacer llamamientos para participar en determinados ritos religiosos o aceptar dogmas particulares. Los libros de texto no deben incluir críticas a otras religiones, y no tienen que llevar una sola línea que se pueda usar como argumento en el debate sobre la superioridad de una religión sobre otra. La asignatura se debe afrontar desde un punto de vista laico".

Después de dos guerras en Chechenia, y con el Cáucaso todavía caliente, el enfrentamiento entre grupos étnicos o religiosos es una cuestión demasiado sensible en Rusia. En la última década, además, se ha hecho evidente que la creciente inmigración del Cáucaso y de Asia Central (musulmanes, en su mayoría) no es muy bien vista por los rusos étnicos. Brotes esporádicos de violencia han hecho temer a las autoridades por la estabilidad del país.

"Los buenos manuales son, por supuesto, necesarios, pero lo más necesario son buenos profesores. Con un buen profesor, una lección sobre fundamentos religiosos puede convertirse en una buena lección de tolerancia religiosa", ha apuntado Yevgueni Bunimóvich, que tiene el título honorífico de profesor de Rusia.

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