|
Santiago de Los Caballeros de Guatemala, Antigua, Guatemala |
|
Santiago de Querétaro, Mexico |
|
Santiago de Guayaquil, Ecuador |
|
Santiago de Chile, Chile |
|
Santiago de Cali, Colombia |
|
Santiago de Las Misiones, Paraguay |
|
Santiago de Chuco, Perú |
|
Santiago de Cuba, Cuba |
|
Santiago de Veraguas, Panamá |
|
Santiago del Estero, Argentina |
|
Santiago de Chiquitos, Bolivia |
|
Santiago de Los Caballeros, República Dominicana |
|
Santiago de Atitlán, Guatemala |
|
Santiago de Managua, Nicaragua |
|
Santiago de León de Caracas, Venezuela |
|
Santiago de León de Caracas, Venezuela |
El nombre de Santiago, patrono de España, está presente a lo largo y ancho de la geografía latinoamericana. Desde México hasta la Argentina, pasando por el Caribe, ciudades, pueblos, aldeas, llevan el nombre del Apóstol, casi siempre asociado a otra palabra de origen indígena.
Santiago en América, un fruto de la inculturación del Evangelio a la nueva realidad de los pueblos y culturas del nuevo mundo.
La evangelización española, con sus luces y sus sombras, está en el corazón mismo del proceso colonizador del continente, configurando su cultura e idiosincracia, esos rasgos de identidad que definen el ser mismo de la América Latina.
¿Qué puede significar tener a Santiago como patrono?
El nombre del Apóstol hace referencia a las raíces cristianas de los pueblos hispanos. Más allá del juicio de la historia, de esta fuente venimos, sobre esta semilla de fe, cultura y Evangelio se levantaron los cimientos de la hispanidad.
Viviendo en España, es más fácil comprender lo que significa la experiencia apostólica de Santiago para la fe, y la historia, de la Iglesia española. El Apóstol ha dado a los católicos españoles un fuerte sentido de la misión y el envío, del peregrinaje y el testimonio, incluso martirial, de la fe; de su vocación a adherirse plenamente a la verdad de la fe, con todas sus exigencias, aún en medio de los avatares de la historia.
Por lo demás, tener a Santiago como patrono es, en la mayoría de los casos, un motivo de celebración y de encuentro festivo de la comunidad local, una razón para encontrarse y fomentar los lazos de unión, y el compromiso por construir una sociedad mejor, más justa y humana.
Tradicionalmente, los pueblos creyentes acuden a su santo patrono, en nuestro caso al Apóstol Santiago, como un signo de pertenencia a la localidad, encomendándose a su protección e intercesión delante de Dios, experimentando su ayuda en momentos de dificultad.
Aunque en el actual proceso de secularización esta experiencia identitaria ha ido perdiendo su referente religioso, sin embargo sigue estando muy presente en los pueblos hispanos de ambos lados del Atlántico.
Pidamos que la oración del Apóstol nos acompañe y bendiga, para que los países y pueblos de América Latina caminen siempre por senderos de justicia y libertad.
Encomendemos también a Santiago a la Iglesia Madre de España, que se renueve en ella la fe cristiana que tantos frutos de santidad y vida ha dado a lo largo de la historia, que la verdad salvadora del Evangelio de Jesucristo acontezca de nuevo en España, especialmente en las nuevas generaciones. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario