miércoles, 7 de julio de 2010

PROFETISMO EN ISRAEL


De mis estudios de Teología en Caracas, una de las asignaturas que más honda huella me dejaron fue el estudio de los Profetas del Antiguo Testamento. Escuchando al Padre Frades, claretiano, sentía fascinación por esa figura carismática del Nabí, "profeta" en hebreo, como hombre elegido y enviado por Dios para denunciar la injusticia, y anunciar la palabra consoladora de Yahvéh, sus promesas, su llamado a volver al proyecto originario de Israel, una sociedad contraste, donde impera la "justicia y el derecho", y la tierra es heredad común del pueblo, sin esclavos, ni ejércitos, la asamblea de los hijos de Dios, el pueblo santo de la Alianza.

Precisamente, uno de los libros que más utilicé por esos días es el que hoy les ofrezco: Profetismo en Israel de José Luis Sicre, un estudio completísimo del fenómeno profético israelita, que abarca el contexto histórico-cultural en el que surge y se desarrolla el profetismo, la figura en sí de los profetas, y una introducción teológica a sus respectivos libros.

Una de las cosas que más me impacta de la lectura de los libros proféticos es la vehemencia del Dios Yahvé, tanto cuando denuncia el pecado de Israel, como cuando anuncia bendición y gracia. Lejos estamos aquí del Dios impasible de los griegos, este Dios siente una verdadera pasión por el bien de la persona, le preocupa el asunto del huérfano y de la viuda, del pobre y del forastero, ama a su pueblo con un celo de esposo, de pastor, de padre. De allí ese lenguaje a veces duro y amenazador, a veces tierno y conmovedor, siempre misericordioso, con que se comunica con su pueblo amado.

Leamos este libro, animados por el Espíritu de Jesucristo, pues en él hemos sido ungidos sacerdotes, profetas y reyes; en él la profecía se ha cumplido a cabalidad, pues como dice el autor de la carta a los Hebreos: "Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas: en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo". (Hb. 1,1)

Que el Espíritu Santo nos descubra los tesoros de la Palabra de Dios, e incline nuestros corazones a su lectura. Amén. 

1 comentario:

  1. Gracias Marcelo, .. Bendiciones mas a tu vida, .. Bendecido para ser de Bendicion, .. Amen ..

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