domingo, 10 de octubre de 2010

ASIGNATURA DE RELIGIÓN, EVANGELIZACIÓN Y CATEQUESIS


En estos últimos días, he tenido una controversia con un profesor, a quién, sea dicho de paso, estimo mucho como compañero, sobre la legitimidad de la asignatura de Religión en el ámbito escolar.

Aunque siguiendo el consejo paulino de evitar las discusiones inútiles ( Tt 3,9), suelo evitar las confrontaciones cuando no percibo una actitud de verdadero diálogo, en este caso el clima de nuestra conversación era por lo demás respetuoso y franco.

Él insistía que el lugar propio para enseñar Religión era la Iglesia y no la escuela, que, además, no veía inconveniente en que se impartiese como actividad extra-escolar, fuera del horario lectivo. Todos sus argumentos se justificaban, según él, en el carácter laico del Estado español. Sus intervenciones denotaban un desconocimiento absoluto del contenido programático de la asignatura, y de su contribución especifica al proyecto educativo del centro.

Me ha parecido interesante compartir con ustedes mi respuesta.




En principio, es oportuno aclarar tres términos que, aunque relacionados entre si, denotan actividades diferenciadas: evangelización, catequesis y asignatura de Religión.

Evangelización: Es anuncio de la Buena Noticia, básicamente del kerigma: el núcleo central de la fe cristiana. La evangelización, además, busca la adhesión a Cristo por la fe y la metanoia, la conversión, la aceptación de la salvación y el perdón que ofrece el Evangelio, con todas sus consecuencias.

Existe una primera evangelización, como por ejemplo en la llamada misión ad gentes, cuando Cristo es anunciado a pueblos y personas que no le conocen; y existe, también una evangelización "continua", como tarea esencial de la Iglesia, llamada a vivir y anunciar la Buena Noticia del Reino. Los cristianos, cada vez que renovamos nuestra aceptación de Cristo como Señor y Salvador de nuestras vidas, somos re-evangelizados.

El lugar propio de la evangelización es el mundo entero, empezando por la asamblea litúrgica donde se proclama la Palabra, hasta la última esquina de mi barrio. De hecho, el cristiano a donde quiera que va evangeliza, anuncia, a tiempo y a destiempo, la salvación en Cristo. En el trabajo, en el instituto, en la parada de la guagua, y hasta en la barra de un bar, somos invitados a anunciar al Señor Resucitado.

Catequesis: Es "resonancia" de la fe recibida y confesada, una explicitación de sus contenidos básicos, presupone siempre el paso previo de la evangelización, y va dirigida a formar cristianos que conocen a fondo su fe, y son capaces de comprometerse y de madurar en ella. Fomenta las actitudes y valores propios del discipulado cristiano, de su crecimiento, de su entrega al servicio de la comunidad cristiana y del mundo. Existen diferentes tipo de catequesis, según las circunstancias: catequesis sacramental, de adultos, juvenil, etc.

El lugar propio de la catequesis, dadas sus características, es la comunidad cristiana en cuanto tal, el salón de una parroquia, el lugar donde se reune la asamblea, un aula dispuesta para ello, etc.

Asignatura escolar de Religión (opción confesional): Es una exposición sistemática y razonada de los contenidos propios del hecho religioso en general y del hecho religioso cristiano, en diálogo con la ciencia, el arte, las humanidades, las ciencias sociales, en definitiva, con la cultura del mundo contemporáneo, a través de una pedagogía científica, acorde al proceso evolutivo de los educandos, favoreciendo valores y actitudes tales como la convivencia, la solidaridad, la tolerancia, que responde a un determinado modelo ético y antropológico, y que contribuye a la formación integral, a la adquisición de las llamadas competencias básicas de los ciudadanos.

La Religión, como asignatura, es además un espacio para la formación, defensa y madurez de la libertad de la conciencia, la capacidad para discernir el camino a seguir, para asumir con autonomía opciones fundamentales en la existencia personal, opciones que dan sentido y significado al vivir humano.

Por sus características propias, el lugar de la asignatura de la Religión es el académico. Es en el seno de la escuela, donde la Religión dialoga con el mundo del conocimiento, donde confronta y es, a su vez, confrontada. Privar a los alumnos de la clase de Religión afecta su educación integral y ciudadana, su comprensión de la cultura, de la historia, del arte y del pensamiento occidental, y, lo más importante, la formación en libertad de su conciencia individual, que está a la raíz de toda opción personal en materia religiosa.

Queda aclarado que la asignatura de Religión no es catequesis, y por tanto, no es una actividad extra, añadida al currículo de materias, sino que forma parte del mundo del conocimiento y de la tarea educativa, junto con las otras asignaturas.

Por otra parte, es bueno clarificar que, propiamente, el Estado español no se define como laico, sino como aconfesional, y ello no se traduce en un confinamiento de lo religioso al ámbito privado, más bien es un garante de la libertad religiosa que gozan los ciudadanos, en el marco de la constitución y las leyes. La Religión, por su propia naturaleza, es un hecho social, y forma parte de la vida pública de los españoles, lo que no desdice para nada del carácter aconfesional del Estado.

Así mismo, en el caso de mi interlocutor, y creo que sucede con frecuencia, los que critican la asignatura de Religión desconocen los contenidos de la programación, y, erróneamente, suponen que se trata de una especie de catequesis camuflada, y, claro, en base a ese prejuicio, emiten su opinión adversa.

Demos a conocer la programación de Religión, y cuando alguien nos haga algún comentario malicioso, preguntemos sencillamente si se ha leído lo que hemos programado, y que forma parte del Proyecto General Anual (PGA). Podemos añadir que, después de leído, no tenemos inconveniente en discutir en base a lo allí expuesto.

Creo que me he extendido un poco en este post, pero el tema lo merecía, pues esta controversia forma parte de la cotidianidad de muchos profesores de Religión aquí en España.


Como complemento de lo dicho, les ofrezco el interesante libro de Juan Martín Velasco, Increencia y evangelización, que trata sobre el problema de Dios en la sociedad actual, y las alternativas de evangelización en el mundo de la increencia, donde lo testimonial cristiano cobra un especial protagonismo.


INCREENCIA Y EVANGELIZACIÓN: DESCARGAR

4 comentarios:

  1. ¡BUenos días, Marcelo! Enhorabuena por la reflexión. Soy una salesiana que está aquí, en Santa Cruz de Tenerife. Estoy trabajando sobre la competencia espiritual, y cómo trabajarla en el aula y me gustaría poder intercambiar con usted algunas impresiones al respecto. si me envía algún correo electrónico donde poder dirigirme, se lo agradecería. Mi dirección es: hescuelapast@salesianas.com

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  2. Amiga, gracias por tu comentario, me alegra un montón te haya gustado nuestra reflexión. Te cuento que a nivel de mi zona también hemos reflexionado sobre la llamada competencia espiritual ( imagino que has visto el post del dia 29/09/10), aunque formalmente no la hemos incorporado a la programación de la asignatura. Sea como sea, hay algunos materiales de lo último que se ha escrito, que te enviaré a tu correo.

    Un abrazo y gracias por participar.

    Marcelo

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  3. Hola Marcelo, te he encontrado gracias a otro blog y estoy encantada con lo que leo.
    Me ha gustado mucho la reflexión que planteas en este post, pues yo misma me he visto muchas veces en tu situación. Lo más triste fue que ante quien tuve que defender la asignatura de Religión fue el equipo directivo de un cole: desconocían que yo siguiera una programación con objetivos, contenidos, ... pensaban que los contenidos me los inventaba o algo así. Al llegar al cole me dieron una charla sobre lo que opinaban de la asignatura y que en "su colegio" no querían que diera mucha religión, sólo manualidades y cosas así.
    He defendido la asignatura a capa y espada, pero tal y como planteas, lo hice con hechos y no con palabras, que a veces caen en saco roto. Estoy muy contenta con el resultado.
    Tus argumentos me han parecido muy acertados. Te agradezco el gran trabajo que haces y que compartas con todos tu experiencia que nos hace ver que no estamos solos en nuestra lucha por la asignatura contra algunas personas desinformadas.
    Un gran abrazo

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    1. Inma: ¡¡¡Muchas Gracias por tus palabras!!! Es cierto, los que estamos en el área sabemos que con frecuencia tenemos que enfrentarnos a prejuicios de todo tipo, la mayoría de los cuales nacen del desconocimiento de la programación didáctica de la asignatura, de sus fines y de sus contenidos en el marco del proyecto del centro. Esa historia me la conozco, de aquí y de allá, por eso es fundamental que nosotros mismos estemos claros, y sepamos dar cuenta del espacio que defendemos, se trata de un derecho que tiene incluso rango constitucional. Gracias de nuevo por compartir tu experiencia, y, te confirmo, no estamos sólos, juntos unos con otros, nos vamos haciendo fuerza y animando, sabiendo que contamos siempre con la asistencia del Señor, que siempre viene en nuestra ayuda,...

      Un abrazo fraterno desde la isla de Tenerife, y Bienvenida a nuestro blog

      Marcelo

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