Después de buscar, y no encontrar, somos alcanzados. Es la fuerza del Espíritu Santo.
La gracia de Dios, cual lluvia fecunda, cae sobre la tierra de nuestro corazón y hace germinar el amor,...
Si sientes seco el campo de la vida, si llevas tierra en las alas y no puedes volar, si has bregado sembrando y roturando tu tierra, y no aparecen los frutos,...
Cuando nuestros esfuerzos y sudores parecen inútiles,...cuando se nos escapa el sentido de las cosas que hacemos,...
¡Invoca al Espíritu Santo!
¡"Cuando atraviesan áridos valles, lo conviertes en oasis, como si una lluvia temprana los cubriera de bendiciones" (Sal. 83)
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