Cada vez que escucho la canción Y nada más, de cantautor cubano Silvio Rodríguez, la soledad dormida, la soledad distraída, la soledad olvidada, se calza de recuerdos, y echa a andar.
Mirar la realidad, hermano Silvio, yo también. No estoy eximido de mi ración cotidiana de verdades.
Y nada mas. Por boca del poeta habla todo un siglo de voces mudas ante el misterio.
La soledad, aunque de tarde en tarde se presente dando un portazo, ha sido vencida en la soledad del crucificado.
Dios colma, en la noche, todas las ausencias.
Una canción interesante para dialogar con los alumnos de bachillerato en clase de Religión.
¡Hola Marcelo!
ResponderEliminarQuería felicitarte por la ternura y sencillez que expresa cada rincón de tu blog. Con ellas Dios se hace presente cada día en cada un@ ... aunque también debemos encontrarlas y buscarlas y darlas, no solo recibirlas.
En un reciente viaje en coche hemos tenido una conversación muy rica y respetuosa aún teniendo ideas divergentes, ¿te acuerdas? También en esas idas y venidas se aprende de la riqueza del ser humano. Saludos, Cecilia.
Gracias, amiga, por tus palabras de bondad para conmigo, que llegan en el momento justo, pues acabo de pasar por un delicado percance de salud, pero gracias a Dios ya estoy bien y en casa, retomando hoy, después de una semana, este blog loco que voy llevando ( o él me lleva a mí, no lo sé, porque a veces pienso que tiene vida propia).
ResponderEliminar¡Qué alegría saber que te ha gustado lo que aquí he ido poniendo, yo mismo me sorprendo de como una pequeña semillita de mostaza parece que puede llegar a ser un arbolito, como en la parábola.Que Jesús y María nos tengan siempre en sus manos para que hagamos su voluntad.
De nuevo: ¡ Gracias Cecilia!