SAN AMBROSIO DE MILÁN

Hoy 7 de diciembre, vísperas de la solemnidad de la Inmaculada, celebramos la fiesta de san Ambrosio de Milán, obispo doctor, y uno de los principales Padres de Iglesia.

De la interesante vida de Ambrosio (Tréveris, 340 - Milán, 397) destacamos su intenso amor a la Palabra de Dios, que lee, ora, y medita, sin cesar, y que expone al pueblo en sus homilías y comentarios a los libros de la Biblia, constituyendo un maestro consumado en el arte de la lectio divina, testimonio que impresionó al mismo Agustín de Hipona, influyendo decisivamente en el camino de su conversión.

Los Padres de la Iglesia son los herederos de una sabiduría que brota del misterio de la Palabra de Dios, leída, y meditada, a la luz de la tradición que nos viene de los apóstoles, y del diálogo con la cultura.

En ellos siempre hallamos, a pesar de la distancia del tiempo y del lenguaje, una unción, una frescura, que brotan de esa estrecha unión entre la reflexión teológica y la experiencia espiritual, un feliz consorcio de vida y teología que ilumina nuestro camino, y nos ayuda a penetrar, con la inteligencia y el corazón, en los secretos de la Palabra de Dios.

Les presento una interesante antología de textos de los Padres, preparada por el Equipo Teyocoyani, de Nicaragua, Caminar con los Padres de la Iglesia, que lleva por subtitulo: "Lecturas espirituales para el crecimiento en la fe". Los textos están agrupados según diversos temas: seguimiento de Cristo, Eucaristía, amor a los pobres, etc., precedidos de una pequeña introducción, lo que facilita su lectura y comprensión.

Uno de los frutos que la lectura de los Padres propicia en el corazón de los creyentes, es un renovado amor por la Palabra de Dios, leída y orada en comunión de amor y fe con esa larga Tradición que la ha vivido y la ha transmitido hasta nuestros días.

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