jueves, 21 de junio de 2012

Los ateos también aprueban Religión


Esta mañana en el instituto le comentaba a un compañero sobre un alumno de 1º ESO que, lamentablemente, había suspendido la asignatura de Religión. Su respuesta, medio en broma, fue inmediata: 

- ¿Qué? ¿Es un ateo?,....jjijji

A lo que respondí:

- No tiene nada que ver si es creyente o no. Ello no entra en los criterios de evaluación y de calificación establecidos en la programación de la asignatura, sino que el chico no logró alcanzar el nivel competencial mínimo exigido para aprobar, en base a los contenidos curriculares trabajados durante el curso, y las actividades de evaluación realizadas. Y nada más.

Lo reconozco, he podido pasar del comentario, ¡lo hago tantas veces!, y responder cualquier cosa,...pero a veces me canso,....y pienso, de vez en cuando conviene clarificar las cosas, con buenos modos, eso sí, pero con rigor técnico, con elegancia semántica.

Mi compañero me miró socarronamente, e insistió:

- Vale, vale,...sí, sí, me vas a decir que los ateos aprueban Religión,...

Con un tono más distendido, repuse:

- Por supuesto, si el alumno o la alumna se considera creyente, ¡hombre!, por supuesto que eso ayuda a comprender mejor los contenidos de la asignatura,... pero te aclaro que la clase de Religión no es catequesis, por lo que no presupone la fe del educando, sino que es una exposición sistemática de la revelación cristiana, y del hecho religioso en general, en diálogo con las ciencias y con la cultura, y acorde a la psicología evolutiva del chico o la chica,...

Y agregué:

- De hecho, tengo alumnos y alumnas de los últimos cursos de la ESO y, especialmente, del bachillerato, que se me han declarado en clase como no creyentes, o en búsqueda de una definición personal frente al problema de la existencia de Dios,...déjame decirte que la clase de Religión les llega a interesar porque es un espacio académico serio donde se abordan con libertad, y con respeto, estos temas, donde pueden formar libremente su propia conciencia, y plantear sus preguntas, y aprender a ser tolerantes, y a convivir con quienes mantienen una visión distinta de la realidad.

Si llegan a ser creyentes -continué- o se reafirman en su opción por no creer, es un asunto estrictamente personal. Como cualquier alumno o alumna tienen que participar en la dinámica de enseñanza-aprendizaje de la asignatura, adquirir las competencias básicas, y ser calificados en base a la realización de las actividades de evaluación que se les propongan. Ni más ni menos.

Y te diré, - concluí- mi experiencia ha sido que la mayoría de mis alumnos o alumnas ateos logran mejorar su nivel competencial en cuanto al conocimiento y comprensión del hecho religioso, y cristiano, por lo que logran aprobar, algunos con muy buena nota, la asignatura de Religión.

A lo dicho, sólo acertó a decirme:

- Venga, Marcelo, tu siempre te tomas todo muy en serio,...Vamos, ¡te invito un cortado!,...y que no se hable más,...

@MarceloMartín

2 comentarios:

  1. Gracias por compartr sabia reflexión, un abrazo Marce

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    1. Gracias, Beatriz, por tu comentario y tu motivación, ¡¡¡Qué el Señor nos dé siempre una palabra para dar razón de nuestra esperanza!!!!

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