Por medio de Twitter he conocido la iniciativa de un grupo de internautas, asiduos interlocutores míos en el ciberespacio, para propagar la buena noticia de Jesucristo en Internet.
El proyecto se llama iMisión, y pretende sumar esfuerzos y recursos para la evangelización, brindando un espacio de reflexión y participación, de motivación y testimonio, abierto a todos los que se sienten llamados a hacer presente el Evangelio en el mundo virtual.
La verdad es que cuando empecé a familiarizarme con Internet y, especialmente, con la Redes Sociales, no lo hice con la intención expresa de evangelizar. Me movía más la magia de sentirme en contacto con el mundo, estar al día con las noticias, husmear las ideas que van fluyendo de aquí para allá, localizar recursos para mis clases, reencontrar personas, conocer gente nueva, en fin,... navegar e ir descubriendo cosas.
Pero, claro, sucede lo que sucede porque vayamos a donde vayamos somos lo que somos, y yo soy cristiano lo mismo en misa que en la barra de una tasca, tanto si voy a hacer la compra como si enciendo el ordenador y me conecto en Facebook. Y este mi ser cristiano, sin proponérmelo, ha formado parte de mi vida virtual desde el principio, pues siempre percibimos e interactuamos con la realidad desde nuestras creencias y opciones, desde nuestras experiencias de vida y valores.
Reconozco que andar navegando por Internet como cristiano tiene su precio: comentarios desagradables, a veces incluso con palabrotas, rechazos, etc.,...Sin embargo, paralelamente, he encontrado un mundo de hermanos y hermanas de lo más variopinto, gente creyente como yo, que expresa su fe libremente y con respeto, de todas las edades, profesiones, estados de vida, países,... personas normalitas que confiesan a Jesucristo en su vida e intentan vivir el Evangelio.
En Internet hay una verdadera aldea global de cristianos que están las 24 horas del día presentes en la Red y que forman una Eklessia, una comunidad de hermanos y hermanas de todos los países y continentes que están viviendo y testimoniando la experiencia del amor de Dios en sus vidas.
Por supuesto, estar en la Red como cristiano no significa que nombre a Dios cada vez que mande un Tweet, ni que todas mis conversaciones giren sobre temas religiosos. También hablo de política, economía, arte, literatura, etc., comparto imágenes humorísticas, comento las noticias, me quejo de los males del gobierno y de los rigores del clima,..., aunque, claro, lo cristiano siempre se me sale porque, como he dicho, es inseparable de mi ser persona.
Tengo seguidores en las Redes Sociales que no son creyentes, cuando me relaciono con ellos no ando plan catequista ni les esgrimo un atajo de frases bíblicas si dicen algo que no me gusta. Intento mantener el diálogo apelando a intereses comunes: la amistad, la preocupación por la justicia, la experiencia cotidiana. He aprendido que lo importante es estar ahí ....Evito, eso sí, las discusiones y controversias, tan frecuentes en los predios de Internet, sobre todo cuando observo que no hay una actitud mínima de respeto y tolerancia.
Otra cosa es que alguien me interrogue, me ha pasado, sobre las razones de mi cristianismo, entonces por lo general comparto mi testimonio. y doy cuenta de la experiencia de fe que vivo.
En fin, me ha parecido tan interesante la propuesta de iMisión que,... ¡Me he unido! Entre todo el maremágnum de cosas que ruedan por Internet que a unos cuantos cristianos se les haya encendido el bombillo y quieran unir fuerzas, sumar experiencias, establecer lazos, para comunicar en el mundo virtual la alegría de creer en Jesucristo, merece toda nuestra atención y colaboración.
Y a ti, ¿te gustaría participar en esta iniciativa?
Si quieres conocer más sobre iMisión aquí te dejo el enlace de su página web: iMisión: Misión en Internet
Reconozco que andar navegando por Internet como cristiano tiene su precio: comentarios desagradables, a veces incluso con palabrotas, rechazos, etc.,...Sin embargo, paralelamente, he encontrado un mundo de hermanos y hermanas de lo más variopinto, gente creyente como yo, que expresa su fe libremente y con respeto, de todas las edades, profesiones, estados de vida, países,... personas normalitas que confiesan a Jesucristo en su vida e intentan vivir el Evangelio.
En Internet hay una verdadera aldea global de cristianos que están las 24 horas del día presentes en la Red y que forman una Eklessia, una comunidad de hermanos y hermanas de todos los países y continentes que están viviendo y testimoniando la experiencia del amor de Dios en sus vidas.
Por supuesto, estar en la Red como cristiano no significa que nombre a Dios cada vez que mande un Tweet, ni que todas mis conversaciones giren sobre temas religiosos. También hablo de política, economía, arte, literatura, etc., comparto imágenes humorísticas, comento las noticias, me quejo de los males del gobierno y de los rigores del clima,..., aunque, claro, lo cristiano siempre se me sale porque, como he dicho, es inseparable de mi ser persona.
Otra cosa es que alguien me interrogue, me ha pasado, sobre las razones de mi cristianismo, entonces por lo general comparto mi testimonio. y doy cuenta de la experiencia de fe que vivo.
En fin, me ha parecido tan interesante la propuesta de iMisión que,... ¡Me he unido! Entre todo el maremágnum de cosas que ruedan por Internet que a unos cuantos cristianos se les haya encendido el bombillo y quieran unir fuerzas, sumar experiencias, establecer lazos, para comunicar en el mundo virtual la alegría de creer en Jesucristo, merece toda nuestra atención y colaboración.
Y a ti, ¿te gustaría participar en esta iniciativa?
Si quieres conocer más sobre iMisión aquí te dejo el enlace de su página web: iMisión: Misión en Internet
me ha interesado pasaré a visitarles a ver que tal. un gran abrazo Marcelo, que tengas un hermoso 2013 siendo lo que eres.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, ¡sí, es muy interesante!, un abrazo fraterno desde Tenerife, ¡qué el 2013 venga cargado de bendiciones para todos!
ResponderEliminarMarcelo