LAS AGUAS DE MARZO: Elis Regina

Hay canciones que, simplemente, nos llegan, y no se trata, necesariamente, que nos dediquemos a considerar el significado de la letra. Es algo más.

Es esa combinación de música, voz, y mensaje, un todo que explica la magia que sentimos cuando la escuchamos, una experiencia que convoca nuestro ser profundo, y que es afín al sentimiento poético que puede llegar a despertar en nosotros, por ejemplo, la lectura de un poema, o la contemplación de un atardecer, o el anodino gesto de un niño.

Todo esto me sucede cuando escucho canción Las aguas de marzo, interpretada por la cálida voz de Elis Regina, y aunque yo no hable portugués, el canto, la música, el ritmo, me sugieren significados que van más allá de la corteza desnuda del texto.

Es poesía, por eso la canción me sabe a lluvia, a frescura de campo, a la sencillez de las cosas buenas de la vida: una sucesión de elementos que van tejiendo los días y las noches, un torrente de colores, sabores, perfumes,... Experiencias, que me ligan, indefectiblemente, a la madre tierra, el escenario donde vivo la aventura de mi propia humanidad.

Sí, atado estoy, a esta espesura de las estaciones, a estos pies, y a este corazón, que no cesan en su empeño por abrir un sendero en la ladera verde del monte.

He aquí mi propia versión, original y libre, de las aguas de marzo.