miércoles, 9 de mayo de 2012

Hoppers: La soledad y la búsqueda de un tú













He reunido aquí una pequeña galería del conocido pintor estadounidense Edward Hopper (1882-1968). Se trata de una muestra de cuadros con un denominador común: la soledad del hombre contemporáneo.

El tiempo en cada escena parece haberse congelado en esa mirada introspectiva que exhiben los personajes, los pequeños seres de la urbe, como si de pronto tomaran conciencia de su propia existencia, de su radical soledad, de su aislamiento frente a las cosas.

Encerrados en su mundo, parecen buscar una salida evadiéndose a través del cristal de una ventana, o en la barra de un café, o en las páginas de un libro.
 
Se percibe cierto desencanto.

No encontramos aquí ni ojos encendidos de pasión, ni gestos o miradas que busquen encontrarse con un

 A mí estos cuadros me parecen de un realismo asombroso, pues reflejan el espíritu de nuestra época. Gentes que comparten la antesala de una oficina, el hall de un hotel, el asiento de una guagua, y que actúan como si el otro no existiera. Se sumergen en sí mismos para protegerse.

A veces las personas están físicamente próximas las unas de las otras, pero ni siquiera se ven de verdad. Prefieren mirar al vacío.

 Huir del otro. Evitarlo. 

 No es de extrañar que el virus de la depresión campe a sus anchas en las grandes urbes. Sin el cariño y la atención que damos y recibimos de los demás, nadie es completamente feliz.

 Ahora, cuando tanto se habla de Nueva Evangelización, hemos de saber identificar los padecimientos existenciales del hombre y la mujer contemporáneos.

 El Evangelio, la buena noticia de Jesús de Nazaret, nos cura por dentro, porque nos devuelve el TÚ primero que parece haberse ausentado del cuadro, raíz y puerta de todos los demás tús, germen del NOSOTROS y NOSOTRAS.

 ¡Dejemos de simular que nos podemos salvar solos del laberinto de la soledad y la incomunicación! ¡Nos necesitamos mutuamente! 

Necesitamos el amor y la Palabra verdadera, la que nos libera de nuestro encierro personal.

Necesitamos  a Jesús, el Tú grande de Dios para cada uno de sus amados hijas e hijos. Amén.

Un tema interesante para la Clase de Religión, especialmente de Bachillerato y 4º ESO.

 Además de su expresión en la pintura contemporánea, también hemos hablado sobre la soledad en la música, por ejemplo, de los Beatles: Eleanor Rigby, y, Con una pequeña ayuda de mis amigos.

4 comentarios:

  1. La pintura esta fantasitca llegan tienen vida propia y tu refelxión muy buena, un abarzo

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    1. Es un pintor interesantísimo, en casa mamá tiene un libro con una antología de sus cuadros,...¡Ojalá viéramos alguna exposición de su obra en nuestro querido Tenerife!

      Marcelo

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  2. Me encantó esta entrada.Soy una gran admiradora de la pintura de E. Hopper

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    1. Sí, Lourdes, desde que conocí a Hopper me dí cuenta que es una pintura que revela mucho de la realidad de los seres humanos en estos tiempos que nos toca vivir,...¡¡Me alegra coincidir contigo!!!

      Marcelo

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