lunes, 7 de mayo de 2012

Confianza


Padre misericordioso,
comenzamos este día nuevo que nos regalas,
en el Santo Nombre de tu Hijo Jesús,
por quién has prometido concedernos todas tus bendiciones.
Te ofrecemos a ti nuestro camino,
con la confianza de saber que tu provees
a todas nuestras necesidades con largueza,
pues abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente.

Padre, nada sucede sin que tú, el centinela de Israel, lo sepas,
ni siquiera la simple caída de la hoja de un árbol,
todo lo dispones y ordenas en nuestras vidas para nuestro mayor bien,
conforme a tu plan de amor y salvación para con nosotros.

Gracias, Padre santo, 
en ti hallamos nuestro refugio, 
tú eres más grande que todos nuestros problemas juntos,
sabemos que alimentas a las aves del cielo,
 y vistes de belleza a la hierba del campo.
Por Jesucristo, nuestro Salvador, ponemos en ti toda nuestra esperanza.
Amén.



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