“Vayamos, pues, hasta
Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado” (Lc. 2, 15)
Cuando estudiaba Trabajo Social viví una situación que casi
da al traste con mi carrera. Al llegar al séptimo semestre me asignaron un
centro de prácticas profesionales que me parecía problemático: una barriada deprimida
de Caracas, con altos niveles de inseguridad.
Sentí verdadero pánico. Hasta ese momento no había tenido
realmente contacto directo con los sectores populares de mi ciudad. Aunque
siempre me preocupó la “cuestión social”, todo se me había ido en leer y en pensar,
en discutir con otros, y poco más.
Fui a hablar con la profesora del centro y le plantee mi
dilema. Su respuesta fue fulminante:
- Tienes que ir y ver por ti mismo la realidad del barrio.
Es cierto que en algunos momentos puede ser peligroso, pero tú no vas solo,
formas parte de un colectivo, y además los riesgos que tomamos son siempre
calculados. Tus miedos son fruto de lo que otros han visto y te han
transmitido, ahora te toca a ti hacer la experiencia, ir y ver,…
Tenía razón.
Comencé mis prácticas profesionales, y poco a poco, ¡todo en
la vida es un proceso!, me fui familiarizando con la realidad del barrio. A los
pocos meses entraba y salía de la comunidad casi sin darme cuenta.
He recordado todo esto cuando he leído en el Evangelio que los
pastores se dijeron unos a otros: “vayamos
pues a Belén y veamos lo que ha sucedido”. Ir y ver, y hacer la experiencia
directa del acontecimiento: la natividad del Señor
Es la misma invitación que hace el Maestro a los dos discípulos
que van tras él y le preguntan por el lugar dónde vive: ¡Vengan y vean! (Jn. 1,
38-39) les responde.
Nadie puede sustituirnos en el conocimiento de Jesucristo, ¡la
experiencia nos pertenece!, por eso vamos a Belén a ver qué es lo que ha
sucedido y nos han contado, es decir, buscamos sinceramente al Señor. Con todo
el corazón.
Lo buscamos, porque él nos ha encontrado primero y espera
nuestra respuesta.
No nos quedemos parados oyendo lo que otros dicen,
hagamos la experiencia del camino: vayamos a Belén y veamos lo que ha sucedido.
Hay que conocer al Niño Emmanuel. Ir y mirar.
Él ofrece la salvación
¿Cómo explicarle a alguien lo que significa la salvación si
no la ha vivido personalmente, si no ha hecho la experiencia por sí mismo?
Es como contarle a alguien el sabor de un mango. Tienes que
probarlo, hermano, y descubrirlo por ti mismo.
Como me pasó a mi cuando comencé a ir a aquel barrio pobre,
y viví mi propia experiencia.
El testimonio de otros nos puede ayudar, pero somos nosotros
los que abrimos la puerta al Señor, para que su amor y misericordia entren en
nuestras vidas y las transforme.
Vayamos pues a Belén con los pastores. Hagamos la experiencia de la salvación.
Es cierto Marcelo; la experiencia de Jesus Resucitado es personal ,por mucho que los demas te hablen de Dios no es suficiente tiene que hacerse carne en ti viendo a Dios en tu vida.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu testimonio.
¡Gracias a ti por comentario! ¡Muchas bendiciones del Señor, su amor nos cubra, pues de él viene nuestro auxilio! Un saludo en Navidad
EliminarMarcelo
¡Querido Marcelo! Paz y Bien.
ResponderEliminarCoincido plenamente con tu reflexión, porque surge de la propia experiencia. En el ámbito educativo, como bien sabes, hay una máxima, que muchos defendemos, que afirma que "se aprende lo que se vive", porque así ha sido nuestra propia vida. Ahora se trata de que ayudemos a otros a vivir esa experiencia del encuentro con ese Dios que se acercó a Belén, se abajó a la condición humana, por amor a la humanidad. Por lo menos, hay que intentarlo. Ahí está nuestro gran y complicado reto.
Aprovecho también estas líneas para desearte unas muy felices fiestas, un merecido descanso y un nuevo año lleno de bendiciones para ti y los tuyos.
Un abrazo fraterno desde la diócesis de Alcalá de Henares.
José Manuel
Muchas gracias José Manuel, ¡has llegado al punto! Aprender es experimentar, lo demás es narrativa,...Recibo con alegría tu saludo navideño, que bien vale como una oración, de esas que tienen un efecto: inundar de esperanza cada mañana, y hacernos fuerza para seguir cada día a Jesús de Nazaret,...Un abrazo fraterno desde estos riscos pelados del sur de Tenerife,...Feliz Navidad
EliminarHola Marcelo. En mi blog, en esta entrada http://relizaratan.blogspot.com.es/2012/12/premio.html, te está esperando un premio que puedes pasar a recoger cuando quieras y compartirlo con otras personas. Un saludo y Feliz Navidad
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