La historia de Billy Elliot, un chico de 11 años que descubre su vocación al ballet, en medio de dificultades familiares de todo tipo, y de los prejuicios machistas del ambiente, logra conmover nuestro corazón.
La acción transcurre en la década de los ochenta, en un condado minero de Inglaterra, en el marco de una huelga y de los duros enfrentamientos que provoca con los agentes del orden. En un ambiente familiar de precariedad económica, de reivindicación y solidaridad obrera, de unión a pesar de la muerte de la madre, un adolescente, Billy, descubre que lo suyo no es el boxeo, como quieren los demás, especialmente el padre, sino la danza, y ello a pesar de las prohibiciones, los prejuicios, los conflictos, que pretenden impedir que siga su vocación artística.
La tenacidad del chico va logrando transformar al padre, quien decide, por fin, después de una inesperada exhibición la noche de Navidad, ayudarlo a realizar su sueño, llegando, incluso, a empeñar las joyas que guarda de la difunta esposa, para costear el viaje a Londres, a fin de que Billy se presente a una prueba como aspirante al Royal Ballet School, objetivo que logra cuando llega la ansiada carta de admisión.
La escena final es memorable, un Billy transformado en joven adulto, se dispone a actuar como bailarín en un abarrotado teatro, bajo la mirada orgullosa del padre y el hermano mayor.
La película es excelente para la discusión en el aula de diversos temas:
1. Igualdad de géneros: La trama nos lleva a preguntarnos si existen actividades/profesiones exclusivas para hombres, y actividades/profesiones exclusivas para mujeres.
2. La homofobia: El sufrimiento que genera el estigma de la homosexualidad, y su relación con los intereses vocacionales de las personas. Es entrañable, en este sentido, la amistad de Billy con otro adolescente que sí manifiesta una orientación de tipo homosexual, y que, sin embargo, es aceptado como amigo por el protagonista.
3. Descubrir el "talento": La experiencia de Billy nos lleva a considerar la necesidad que tenemos de descubrir y cultivar los talentos que se nos han dado, una exploración muy oportuna para la orientación vocacional y profesional de los alumnos y alumnas.
4. El valor del trabajo: No basta con descubrir nuestros talentos y capacidades, para que estos fructifiquen hemos de trabajar duro, tal y como lo hizo Billy, comprometernos en mejorar cada día, en crecer y desarrollar los dones que se nos han confiado.
5. La fuerza del amor: El amor del padre con Billy, de la maestra de ballet, de Billy mismo, del hermano, está presente como valor en toda la película. Es la fuerza del amor la que hace cambiar los corazones, la que produce el milagro de la cooperación, la que vence los prejuicios, y conduce a los mayores logros.
La película la he utilizado en clase como recurso tanto en la ESO como en bachillerato, y la experiencia ha sido muy positiva, pues se suscitan en los alumnos y alumnas un montón de interrogantes que dinamizan la clase, y favorecen la comprensión y reflexión de algunos temas relacionados con la asignatura de Religión, tales como: la igualdad de géneros, la vocación y los talentos, el valor de la amistad y del amor familiar, la solidaridad, etc.
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