Concluye la noche, y la entrañable canción Moon River de Henry Mancini, en la voz de Andy Williams, me devuelve al centro.
¡Qué fuerza tiene este canto de signo nocturno para convocar lo mejor de mi mismo! Recuperarme en el espejo de la madrugada, para seguir la amistad del río, un artesano de sueños, ....y que el pedir no desfallezca, que la esplendente arma de la oración siga en pie de lucha,...porque, señoras y señores, ¡orar es nacer!
El tiempo declina, se ajustan los relojes, y yo observo lo observado, que sin querer dice tanto,...
Acalla la voz, sólo el vestigio y la finitud, y una presencia, un testigo amable me acoge en el Bing Bang primero, cuando este momento ya fue pensado.
Dios, al cerrar los ojos, te encargo el mundo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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